Qué es “Wash-Wash” y cómo fue el millonario asalto a un vendedor de casas
Edición Impresa | 25 de Julio de 2023 | 05:54

Un vendedor de propiedades sufrió un millonario robo en su oficina ubicada en un sector de Tolosa. Según indicaron fuentes policiales, el atraco fue perpetrado por dos sujetos de origen extranjero que, tras hacerse pasar por inversores, lo encañonaron con un revólver y lo despojaron de más de 27 millones de pesos.
El hecho, que se denunció ayer, tuvo lugar el pasado 7 de junio en un local ubicado en 526 entre 21 y 22.
Según pudo saber este diario, el paso de tantos días, antes de concretarse la presentación policial, se debió a que la víctima “sentía temor de sufrir represalias”.
En ese marco, de forma inmediata, se inició una investigación para intentar dar con el paradero de los sospechosos, que fueron descriptos por el damnificado como dos personas de color, que serían oriundas de Francia.
En base a los datos con los que cuenta ahora la Policía, el delito habría comenzado a fraguarse a principios de junio, cuando el vendedor de propiedades comenzó a ser contactado por un sujeto, que aseguraba ser un inversor extranjero dispuesto a adquirir propiedades en Argentina.
Para ello, el supuesto cliente le pidió mantener una reunión en la ciudad de Buenos Aires, pero la víctima se negó, ya que la situación no le daba seguridad.
De nada sirvió rechazar la invitación. Tres días después del contacto telefónico, los sujetos se hicieron presentes en la oficina del vendedor.
Según mencionó el comerciante, llegaron en un Toyota, modelo Corolla, de color blanco. Y apenas se presentaron, entendió que su suerte estaba echada.
Es que la obstinación de estos sujetos no podía dar lugar a ninguna interpretación positiva.
Como en un callejón sin salida, a la víctima no le quedó otra opción que recibirlos en su despacho.
En un primer instante, los sujetos se mostraron cordiales e intentaron sacarle dinero mediante una maniobra conocida como “Wash-Wash” (papeles pintados que simulan ser billetes de curso legal). Todo apunta a que el “Plan A” era estafarlo.
Luego de que la víctima se negara a “invertir” en este supuesto negocio, los sujetos decidieron accionar el “Plan B”. “El que menos hablaba” se paró, sacó de entre sus prendas un revólver, lo apuntó y lo obligó a meterse en el baño.
Acto seguido, los sujetos hurgaron entre los cajones de la víctima y lograron dar con un sobre que contenía varios miles de dólares correspondientes a varias operaciones, que había cerrado hacía tan solo unas horas, entre ellas la venta de una camioneta.
Según denunció la víctima, los individuos se llevaron un total de 50 mil dólares. Si se toma el precio del dólar que se tranza en el mercado informal, el monto en moneda nacional supera los 27 millones de pesos.
La estafa del "wash-wash"Según pudo averiguar este diario, en este tipo de estafa los autores se presentan como acaudalados alquimistas financieros.
En este sentido, señalan que conocen en alto grado de detalle los puntos débiles del sistema y que saben cómo “ganarles a los bancos”, pues están al corriente de los vacíos legales, que supuestamente tienen instrumentos como los bonos o los plazos fijos.
Con una gran seguridad y elocuencia, brindan explicaciones consistentes en las que dan a entender a las víctimas que prácticamente les están haciendo un favor al revelarles la receta de la plata fácil y de forma legal.
Así el estafador muestra a sus víctimas trozos de papel pintados de negro o de blanco y les asegura que son billetes de curso legal embebidos en una tinta, que evita su detección en los controles aduaneros.
Para justificar el estado de los billetes, el autor del timo cuenta a sus víctimas que ha debido sacarlos de su país de manera clandestina, para lo que ha recurrido al tinte.
Para no dejar dudas, el timador realiza una demostración sumergiendo los billetes en “productos químicos” junto a billetes que no están pintados asegurando que éstos últimos tienen el compuesto activo que permitirá el despintado de los otros.
Como los billetes que emplean en esta demostración son verdaderos, casi no quedan dudas para la víctima que el método es efectivo. La prueba está ante sus ojos: en la solución química entran una cartulina negra y un billete, y luego de unos minutos salen dos billetes.
Es aquí donde se pone la trampa. Se le pide a la víctima que aporte sus dólares para despintar otros dólares. Y se le indica que se quedará con una parte de los dólares despintados. Al final solo recibe cartulinas negras.
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