De La Plata a la NASA: dos jóvenes siguen una tradición de la Ciudad
Edición Impresa | 9 de Julio de 2023 | 04:55

Camila Moreno
cmoreno@eldia.com
Ian Valentín Gottlieb Godoy Garraza y Dana Crivaro, dos jóvenes de la ciudad de apenas 18 años cuentan los días para emprender un viaje que promete marcar sus vidas. El próximo 15 julio aterrizarán en Estados Unidos en donde representarán a Argentina en el programa United Space School de la Nasa.
Ian cursa el último año del bachillerato de Bellas Artes en el espacio optativo de profundización de ciencias exactas y naturales. Desde pequeño siempre le interesó todo lo que estaba relacionado al espacio y al leer una nota a una estudiante que había participado de un programa de la NASA se puso como meta poder vivir la misma experiencia.
En cambio Dana llegó por medio de la invitación de una docente del Colegio Nacional, “cuando estaba terminando quinto año salí segundo mejor promedio, entonces Mariana Morales, la secretaria académica, me llamó y me contó sobre el programa me dijo que los requisitos eran tener buen desempeño académico, buen manejo de inglés y saber trabajar en equipo, todas cosas con las que yo cumplía”, contó la joven y reconoció: “Si me preguntás si yo tenía pensado participar en una experiencia así, la verdad que no, nunca pensé que se me daría esta oportunidad”.
El programa de la NASA que busca que las jóvenes promesas planifiquen una misión tripulada a Marte, solo ofrece 50 plazas para chicos de todo el mundo y los estudiantes platenses obtuvieron dos de ellas.
Una vez que fueron seleccionados comenzaron con la preparación necesaria de la mano de Carolina Casalaspro quien le brindó a los chicos los materiales necesarios para adentrarse en la ciencia espacial. “Durante toda la previa tuvimos mucha investigación y también trabajos que permitieron introducirnos a las diferentes temáticas, los íbamos rindiendo semanalmente y de cierta manera fueron como una aproximación a lo que vamos a hacer allá”, señaló Ian.
El programa
El fin del programa que tiene una duración de 15 días es que las promesas del mundo de la ciencia puedan planificar una misión tripulada. Para eso van a tener clases con “los líderes de la industria, científicos e ingenieros que están a la vanguardia de la ciencia que nos van a poder orientar guiar encauzar nuestras ideas en propuestas que puedan llegar a ser concretadas” destacó el estudiante.
Las clases las van a cursas en la Universidad Clear Lake pero además van a participar de actividades por fuera del edificio de la institución como “visitas al centro espacial Johnson, al observatorio George y al museo de ciencias naturales”, indicó Dana. Esto se va a complementar con “conferencias, con una suerte de misión análoga donde se nos va a permitir vivenciar de primera mano lo que es una misión espacial ya sea desde el lado de control de emisión o desde el lado desde los astronautas y una videollamada con los astronautas que están en este momento orbitando el planeta en la estación internacional espacial”, agregó Ian.
Pero además habrá momento para el intercambio cultural, cuando cada uno de los participantes comparta cosas típicas de su país de origen. En ese momento Ian y Dana les compartirán empanadas a todos sus compañeros e interpretarán un tango, “no lo vamos a bailar, yo voy a tocar el piano y él va a cantar”, aclaró la muchacha.
Las expectativas de los jóvenes son grandes. “Sin dudas el ir allá va a ser algo maravilloso, súper motivador. Estoy emocionado por conocer a los chicos que fueron seleccionados y a los profesionales, científicos ingenieros astronautas que van a estar ahí para impartirnos clases y para hacer una transferencia de su conocimientos a jóvenes que estamos muy emocionados con muchas ganas de aprender y con muchas ganas de trabajar no solo por el desarrollo de la exploración espacial sino también por el desarrollo del bienestar humano en la tierra”, aseguró Ian.
Dana también se mostró “muy emocionada” y ansiosa por lo que les espera. “Tengo expectativas con todo, me voy a encontrar con algo que es completamente nuevo, que no conozco, desde ir a recibir clases completamente en inglés a manejarme en inglés con mis compañeros de equipo y también con la familia con la que me voy a quedar, porque nos vamos a quedar en casas de familia”, detalló y añadió: “ya tengo ya tengo ganas de conocer a la gente con al que me voy a quedar, tengo ganas de ir a ver cómo es la universidad, recibir las clases. Espero poder entender todo, llevarlas bien y por sobre todo hacerme entender en el idioma. Yo creo que voy a poder, pero me da nervios”.
El alojamiento en casas de familias y la mayoría de los gastos fueron financiados por la Fundación Internacional de Educación Espacial (FISE), “a excepción de los pasajes y las tasas académicas. La UNLP nos financia la mitad de los pasajes pero el resto de los gastos corren por cuenta de nuestras familias”, explicaron.
Su relación con la ciencia y lo que viene
Aunque por su corta edad se podría arriesgar que se trata del primer acercamiento a la ciencia, la verdad es que Ian desde pequeño estuvo inmerso en el tema y “en los últimos años estuve reforzando muchísimo mi relación con la ciencia” afirmó. Por ese motivo participó de “muchos concursos en los últimos años uno fue el hackathon organizado por la NASA en donde con un equipo de estudiantes y egresados del Bellas Artes diseñamos un sistema de generación de energía para un rover que pueda operar durante 90 días en la superficie de Venus”.
A él lo que más le llama la atención es que “a partir de la ciencia podemos generar soluciones, saltar obstáculos que muchas veces nos parecen difíciles de resolver, como las soluciones que se van a generar las distintas tecnologías que se van a desarrollar van a impactar positivamente en nuestra vida”.
Cuando termine la escuela, Ian tiene pensado estudiar ingeniería, una profesión que para él tiene “como fin el desarrollo de bienestar humano, trabajar por el bien de la humanidad”, entonces desde “el rol ingenieril puedo aportar al desarrollo de soluciones y de problemáticas que se nos presentan en la actualidad y se nos van a presentar en el futuro”, cerró.
Dana no siempre tuvo presente en sus pensamientos al espacio como en este último tiempo, pero rememorando “me acordé que cuando era chiquita no me podía dormir pensando en la inmensidad del espacio. O sea, pensando en que el espacio infinito eso no me dejaba dormir porque no podía adentrar el concepto de infinito entonces me imaginaba alejándome de la tierra cada vez más cada vez más y no podía nunca claro nunca llegaba a un fin y no me dejaba dormir”, recordó.
Esta experiencia que está próxima a vivir la combina con sus estudios en ingeniería industrial. “A veces me preguntan si estudio aeroespacial por el tema del programa y a mí me gusta destacar que la NASA no solo necesita profesionales que sean ingenieros aeroespaciales, sino de todo tipo, porque se dedica a la ciencia”, manifestó la joven y expresó que “en ese sentido yo siento que si alguna vez se me da la oportunidad de estar trabajando en la NASA, con la profesión que yo elegí se podría, como así también lo podría hacer un médico, se necesitan profesionales de todo tipo. Por lo que si se da la oportunidad, buenísimo, pero siento que más adelante sabré bien qué es lo que quiero”.
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