Por qué la devaluación fue “positiva” para el Central
Edición Impresa | 21 de Agosto de 2023 | 01:31

El Banco Central compró US$ 685 millones en el mercado cambiario en la primera semana de vigencia del dólar oficial a $350, lo que implicó una devaluación cercana al 22%. El saldo positivo para la entidad monetaria se dio luego de que la oferta de exportadores superara la demanda de divisas, que cayó en los últimos días y le dio margen a la autoridad monetaria para quedarse con el excedente disponible, según distintos analistas.
Desde el lanzamiento del último programa de fomento a las exportaciones de economías regionales (maíz, sorgo, girasol y otros), el pasado 24 de julio, el Central acumuló intervenciones netas positivas en el mercado cambiario por casi US$ 1.750 millones. Sin embargo, las reservas internacionales cayeron US$ 1.651 millones en el mismo lapso, hasta los US$ 23.629 millones, luego de haber cumplido con compromisos de deuda con el FMI y otros organismos internacionales en ese período.
Opciones
“Lo que se vio fue una caída fuerte de la demanda privada en el MULC (mercado de cambios), mientras que la oferta mostró cierta estabilidad. Tomando un promedio de los últimos cinco días, la demanda privada llegó el viernes al menor nivel desde fines de marzo y cayó 16% en comparación con la semana previa, mientras que la oferta todavía no parece responder al nuevo tipo de cambio y disminuyó 7,8% contra el promedio de la semana anterior”, dijo Gonzalo Carrera, economista de Equilibra, y que “probablemente, el Gobierno deberá elegir entre dos opciones malas: mayor recesión, vía imposibilitar importaciones para obtener divisas para contener el dólar paralelo; o mayor inestabilidad en la brecha cambiaria, destinando los dólares para la actividad económica”.
Para Santiago Manoukian, economista jefe de Ecolatina, “no está claro si hubo una mayor oferta de otros sectores o de un freno a las importaciones”, aunque dijo que lo más probable es que haya habido “una combinación entre las dos”.
“El fortalecimiento del sesgo contractivo en la política monetaria, cambiaria y fiscal hacia adelante es uno de los factores que, creemos, va a seguir afectando la actividad económica. Hicimos un ajuste a la baja de nuestra percepción de 2,5 a 2,7 puntos de caída del PIB para este año”, analizó.
Según Manoukian, el Gobierno venía privilegiando mantener la actividad económica y el empleo por sobre el nivel de reservas internacionales, pero, advirtió, esa dinámica “encontró un límite y la realidad volvió a imponerse, al tener que aplicar estas medidas alineadas con el FMI”.
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