Fiesta de cine en La Pampa: comienza la séptima edición del festival de General Pico

Dos hermosas salas de cine son el escenario, año tras año, del Festival de Cine de General Pico, organizado en la localidad pampeana por la Asociación Italiana, que se ha encargado de la puesta a punto de esas pantallas y que recibe, desde hoy al miércoles, la séptima edición de lo Pablo Mazzola, su director artístico, define como “un encuentro entre la gente y el cine”.

“Queremos potenciar fuertemente el cine en el cine”, dice Mazzola, en diálogo con EL DIA, para quien el festival “visibiliza, milita estas salas de cine, dos salas espectaculares” como una forma de construir “una comunidad que tenga presenta la diversidad audiovisual”. 

En ese sentido, el festival se propone fortalecer la cultura audiovisual a través de la diversidad cinematográfica y el estímulo de la formación de audiencia a través de invitados nacionales de la industria cinematográfica, junto a competencias de largometrajes nacionales e internacionales, cortometrajes regionales y nacionales, proyecciones especiales y muestras de cine italiano e internacional.

La proyección de esas películas, en una localidad “donde no hay carrera de cine, donde quienes se dedican al cine han viajado fuera a estudiar”, supone, insiste Mazzola, “un momento de encuentro, de pensar las películas, de darles fuerza, de valorarlas. Un espacio de estímulo, un lugar de análisis, de nuevas propuestas y políticas”. De hecho, en esta edición se estará presentando La Pampa Film Comission, con sede en Pico y que tiene como objetivo atraer producciones audiovisuales nacionales o internacionales de diversa índole para que se rueden en distintas locaciones de la provincia.

Es una manera de combatir ciertas tendencias, tanto en el espectador que por las políticas de exhibición ha perdido contacto con la diversidad cinematográfica, como relacionadas a la producción, centralizada en Argentina en pocos polos: por eso, la propuesta se supone “integral”, dice Mazzola. 

Pero debe ser solo un punto de partida, afirma. “Los festivales son un punto de encuentro hermoso, pero para cierto cine puede ser un riesgo: nos conformamos con el festival, pero después no pasa nada durante el año. Hay que tener cuidado con eso”, lanza. 

Y afirma, al respecto, que no es que la gente haya dejado de ir al cine: “El encuentro sucede, la gente va al cine, llena las salas, la masividad de ‘Barbie’ es una sorpresa pero lo confirma. Hay que ver por qué eligen lo que eligen. Hay que pensar por qué a un cine artesanal, alternativo y artístico le cuesta más: ahí me parece que está la crisis, en la diversidad audiovisual. La crisis no está en lo hegemónico”. En ese sentido, completa, “este festival milita esa posibilidad, la de otro tipo de cine”.

LA PROGRAMACIÓN

Como cada año, el festival se compone de un eje nacional y un eje dedicado a las producciones regionales: para Mazzola esa competencia implica “darle una entidad a lo regional, una institucionalidad, que muchas veces genera un impacto interesante”. En ese sentido, agrega, los cortos nacionales y regionales se proyectan en la misma función, como una manera de que dialoguen, para el espectador, para sus creadores: “Ese encuentro es la visibilidad: buscamos no fragmentar, sino unir”.

La competencia de largos nacionales incluye la proyección de “Los delincuentes”, de Rodrigo Moreno, estrenada en Cannes y con muy buena recepción, además de “Agua Sucia”, de Diego Crespo y Guillermo Ruiz, “Almamula”, de Juan Sánchez Torales y “Estertor”, de Sofía Jallinsky y Juan Pablo Basovih Marinaro.

Este año, además, habrá una competencia de cine internacional. “Nuestro perfil es lo nacional y lo regional, con sus cortos y sus largos, pero siempre trabajamos una muestra internacional, que era la que más convocaba. Darle el carácter de competencia, como festival, nos implicó un estímulo”, cuenta Mazzola. “Y no deja de darle visibilidad al festival, mostrar estrenos a nivel nacional”. 

En la competencia internacional se proyectarán “Corsage”, de Marie Kreutze, esperada cinta sobre la emperatriz austrohúngara Isabel de Baviera, que se rebela contra las convenciones públicas y establece un plan mediante el que proteger su legado; y “Pasajes”, lo nuevo de Ira Sachs, drama romántico protagonizado por Franz Rogowski, Ben Whishaw y Adèle Exarchopoulos. Además, se verán “Here”, de Bas Devos, “Punto de Encuentro”, de Roberto Baeza y “Utama”, de Alejandro Loayza.

Fuera de competencia, el festival de Pico mostrará lo nuevo de Mariano Llinás (“Clorindo Testa”), la galardonada “Trenque Lauquen” de Laura Citarella, y “Cambio Cambio”, segundo y aplaudido largo de Lautaro García Candela, además de “Los convencidos”, de Martín Farina, y una copia restaurada de “Mujeres que trabajan”, de Manuel Romero con Nini Marshall. 

Además, habrá una muestra de cine italiano, con un estreno y el regreso de un clásico: se proyectarán “El colibrí”, de Francesca Archibughi, premiada cinta italiana de próxima llegada a las salas comerciales, y “Terror en la Ópera”, obra cumbre del giallo, de Dario Argento.