Tras las subas, las prepagas lanzan planes más baratos

Ofrecen cartilla reducida, copagos y descuentos selectivos. Se concentran en un universo de 1,5 millones de afiliados no corporativos

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Las prepagas aplicaron un aumento del 30% en las cuotas de enero, anunciaron otro del 40% para el mes de febrero y se espera otra suba también para marzo. Como consecuencia de esta noticia, que golpea fuerte al bolsillo de los afiliados, según un cálculo de la Unión Argentina de Salud (UAS), que congrega a la mayoría de las empresas de medicina privada, el 5% de los usuarios se bajaría de los planes directos o no corporativos.

Ante esta realidad, muchas buscan contener esta pérdida de socios mediante planes “low cost” con menos servicios en cartilla.

En un mercado ahora desregulado, donde cada compañía podrá establecer libremente los aumentos, a diferencia de antes, que eran autorizados por la Superintendencia de Servicios de la Salud (SSS), las prepagas aplicaron, en líneas generales, el mismo porcentaje de suba, pero estiman que a partir de febrero ya no se seguirá esa línea.

En el nuevo escenario, la estrategia comercial que aplique cada empresa será clave para no perder clientes, que sería el peor de los casos para el negocio. “Es más fácil, y conveniente, que una persona se baje de plan a que se desafilie. Subir de categoría es sencillo, pero volver cuando te vas es engorroso”, explicó un allegado a una prepaga top del país, según El Cronista.

En ese sentido, las estrategias apuntan a retener al 30% de afiliados, los 1,5 millones ‘directos’ o ‘puros’, particulares que abonan el plan completo y los más factibles a darse de baja por ser los que menos usan los servicios. Pertenecen a un universo de 6,5 millones de beneficiarios (entre titulares y grupos familiares), de los cuales un 70%, 4,5 millones, son usuarios corporativos, a quienes sus empleadores les pagan la prepaga o derivan aportes a una obra social con convenio con estos financiadores. Un 5% de las bajas equivaldría entonces a 325.000 personas que recaerían en las obras sociales o el sistema público.

En líneas generales, estos perfiles son clientes particulares de clase media que, con el poder adquisitivo en picada y planes que rondan entre $75.000 y $100.000, se desafiliarían.

En su mayoría, son trabajadores independientes o monotributistas que pagan de su bolsillo el total de la cuota y relevantes para sostener el sistema, ya que los jóvenes y sanos financian a los adultos mayores y enfermos.

Mientras tanto, algunas prepagas ofrecen planes con cartilla reducida y coseguros, otras dan descuentos selectivos solo para los clientes considerados estratégicos y no para todos los que llaman a consultar para darse de baja.

 

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