El clima “en sus manos”: una argentina que hace historia

La argentina Celeste Saulo, primera mujer y primera sudamericana en dirigir la Organización Meteorológica Mundial (OMM), quiere dar prioridad a los países más vulnerables ante la aceleración del cambio climático y el aumento de los fenómenos extremos.

Desde el 1 de enero, la exdirectora del Servicio Meteorológico Nacional es la máxima autoridad de la OMM, con sede en Ginebra Suiza. “El cambio climático es la mayor amenaza global de nuestros tiempos y la creciente desigualdad exacerba sus impactos”, advierte desde la web de la Organización Meteorológica Mundial.

“Viniendo del Sur Global, soy plenamente consciente de la necesidad de esforzarse por priorizar las necesidades de los más vulnerables”, para que estos países puedan desarrollar su resiliencia frente a los fenómenos extremos relacionados con el clima, el tiempo, el agua y el medioambiente, añadió.

Saulo afirmó que muchos Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales carecen de recursos e insistió en que “incluso un pequeño aumento de la inversión genera enormes beneficios socioeconómicos para nuestras comunidades”.

La nueva jefa de la OMM, que sucede al finlandés Petteri Taalas, fue elegida el pasado mes de junio, imponiéndose con facilidad a su principal rival, el candidato chino.

Saulo dirigía desde 2014 el Servicio Meteorológico Nacional argentino y era primera vicepresidenta de la OMM.

La argentina “encabezará” las actividades que lleva a cabo la comunidad meteorológica mundial bajo la égida de esta agencia “para transformar los conocimientos científicos en los mejores servicios posibles para la sociedad”, añadió el comunicado.

Gran parte del trabajo de la OMM consiste en utilizar y compartir el trabajo de las agencias meteorológicas nacionales acerca de los gases de efecto invernadero, el nivel del mar, las temperaturas, el deshielo de los glaciares y otros indicadores del cambio climático.

La organización se fijó recientemente como prioridad conseguir que toda la población mundial esté cubierta por sistemas de alerta temprana de riesgos meteorológicos para finales de 2027.

Los Estados miembros de la OMM también aprobaron el año pasado la creación de una “Vigilancia Mundial de Gases de Efecto Invernadero” para poder contabilizar tanto los sumideros naturales de estos gases como aquellos relacionados con las actividades humanas.

“Acabamos de vivir el año más cálido del que se tiene constancia y 2024 puede ser aún más caluroso y extremo, una vez que los efectos del actual episodio de El Niño se dejen sentir plenamente en las temperaturas y los fenómenos meteorológicos”, indicó Saulo ayer.

“Las actividades humanas e industriales son claramente las responsables”, afirmó. Las funciones de Saulo comprenden consolidar el seguimiento y la investigación de los indicadores e impactos del cambio climático.