Universidades: “Un uso eficiente y transparente de los recursos ”

El académico Mariano Ben Plotkin pidió un debate a fondo. Criticó el veto del Gobierno a la ley de financiamiento

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Doctor en Historia de la Universidad de California, investigador del Conicet y profesor en la Universidad de Tres de Febrero, Mariano Ben Plotkin cuestiona uno por uno los argumentos del gobierno para vetar la ley de Financiamiento Universitario. Según la visión de este académico de dilatada trayectoria, hay que dar el debate para hacer más eficiente y transparente la administración de los recursos de las universidades, “pero de ninguna manera alguien puede quedarse afuera de los estudios universitarios por falta de recursos económicos”.

-Uno de los temas que queríamos abordar en esta entrevista es el del financiamiento de la universidad pública, después de la ratificación del veto presidencial a la ley...

- Hoy el problema más grave es la incertidumbre, porque efectivamente están transfiriendo fondos pero de una manera muy discrecional, a cuentagotas. Y los aumentos que hubo se sabe que son para el gasto de funcionamiento y ese gasto es solo el 10 por ciento de los costos universitarios. El resto es para pagar salarios, y los salarios están recontra atrasados, o sea, estamos todos los meses perdiendo capacidad adquisitiva. Siempre estuvieron bajos pero ahora están a un nivel que no recuerdo una cosa así. Hoy la situación es catastrófica.

- Desde el gobierno hay un planteo que dice que no hay dinero para solventar esos gastos y que son las universidades las que tienen que recortar gastos y mostrar los números, algo que alega no hacen desde hace mucho tiempo.

- Bueno, eso es parcialmente cierto. Es posible que los números estén disponibles en algunas universidades más que en otras y que las universidades deben mejorarse en muchos aspectos, sin duda. Pero la manera no es desfinanciándolas. La manera sería, en todo caso, buscar la forma de que el dinero sea gastado de una manera más eficiente. La universidad, lo mires como lo mires, ha perdido el 35 por ciento de financiamiento en el último año. Entonces me parece que el camino es absolutamente equivocado. Si vos tenés una infección en un dedo, podés tomar un antibiótico y curarte o cortarte el brazo. Yo optaría por lo primero.

- ¿Cómo ve al Conicet?

- Lo mismo que para las universidades vale para el Conicet y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que se confirmó oficialmente hace poco que tenía fondos por cincuenta y pico millones de dólares otorgados por el BID y que no se adjudicaron. Eso no es uso eficiente de los recursos.

- Con las universidades el gobierno reitera el argumento que empleó hace poco para vetar la ley de jubilaciones. Es decir, no hay plata y los que aprueban los aumentos de gasto deben decir cómo se financian.

- Hay muchísimos lugares de donde sacar la plata. Hay que recordar que este mismo gobierno pidió cien mil millones de pesos para la SIDE, por ejemplo. Es el mismo gobierno que sigue dando subsidios obscenos a Tierra de Fuego, simplemente porque el que administraría eso es el hermano del ministro de Economía, una cosa que además el presidente en su campaña dijo que iba a terminar. Estamos todos de acuerdo con que el equilibrio fiscal es importante, pero no a cualquier costo. Definitivamente la educación y la salud no son dos lugares donde se pueden sacar fondos.

- ¿Cómo ves que ha evolucionado esta institución tan importantey tan cara a la historia de la Argentina?

- Es muy difícil hacer una comparación de algo que pasó hace más de 60 años, porque el mundo cambió en estos 60 años. Pero hay que recordar que es una universidad refundada. Es decir, después de que el peronismo se había encargado de desmantelarla.

- ¿A qué te referís?

- A partir de cuando comenzó a sacarle la autonomía y a politizarla. Recordemos por ejemplo que “La Razón de mi vida” (de Eva Perón) era un texto obligatorio. Eso fue en el primer peronismo. Esa universidad fue refundada. Se crearon carreras nuevas, se empezaron a expandir los cargos con dedicación exclusiva, se puso mucho más énfasis en investigación y se puso mucho más presupuesto. Muchos científicos enormemente prestigiosos estuvieron vinculados a esa universidad. Luego esa universidad fue intervenida en el 66 con la dictadura de Onganía y buena parte de sus profesores terminaron en el exterior, incluyendo el que fue mi director de tesis, Tulio Halperín Donghi. Y después, la vuelta al peronismo implicó otra vez una regresión, sobre todo cuando Alberto Ottalagano asume el rectorado, alguien que estaba orgulloso de ser fascista. Y termina de ser destruida por la dictadura. La dictadura fue la hecatombe.

- ¿Y en democracia?

- La universidad que se vuelve a implantar en 1983 fue de alguna manera una nueva refundación, con todo lo que se implicó, y con la vuelta de mucha gente y con la incorporación de gente muy valiosa. Y después, el otro proceso importante es la creación de las universidades en el Conurbano porque le dio la posibilidad a muchísima gente de acceder a estudios superiores, que la UBA por distintos motivos no podía hacerse cargo. Además, algunas de esas universidades, adquieren un nivel de calidad altísimo, reconocido internacionalmente.

- Qué debiera pasar con los estudiantes extranjeros?

- Es un debate que hay que dar porque si no hay ninguna reciprocidad somos una especie de tontos del barrio. Si quiere venir un brasileño o un colombiano, que son la mayor parte de los estudiantes extranjeros, vienen y estudian gratis. Ahora, si yo quiero mandar a mi hijo a Colombia a estudiar, no puede estudiar gratis. Entonces me parece que ahí habría que tener algún tipo de política de reciprocidad.

- Otro de los argumentos del gobierno para cuestionar a la universidad pública es que solo el 10% de la matrícula está integrada por gente de bajos recursos y que los que más la usan son estudiantes de familias acomodadas.

- Habría que ver esos datos, si realmente son así, no lo puedo corroborar. Habría que preguntarse qué pasaría si fuera arancelada, seguramente, ese porcentaje bajaría al 1%. Creo que es un debate que hay que darlo de todas maneras. Quien tiene la posibilidad podría hacer alguna contribución, podría ser voluntario o no. Lo que sí hay que dejar claro, es que, de ninguna manera, la falta de recursos económicos puede ser un motivo para que alguien se quede afuera. Si la idea es arancelarla, en el peor de los casos, debería haber un sistema de becas absolutamente aceitado y transparente.

- En alguna oportunidad dijiste que el Conicet no podía ser una bolsa de trabajo. ¿Cómo observás que está hoy?

- El Es una institución pasible, como todas las instituciones, de ser muy mejorada, creo que hay muchas cosas que uno puede cuestionar del CONICET. Dicho esto, el desfinanciamiento y el ninguneo no es la forma, sino todo lo contrario. Una institución prestigiosísima no solo a nivel argentino, sino a nivel internacional. Es decir, está muy bien ranqueado entre los organismos promotores de la ciencia. Sin embargo el presidente al despreciarlo habló de los seudo intelectuales a los cuales él cree que hay que financiarles la vocación. Y había dicho que había que cerrarlo. Lo que el presidente directamente ignora, es que en los países que él admira muchísimo, Estados Unidos por ejemplo, la ciencia sí, la financian sí muchas veces, instituciones privadas, pero el primer financiador de la ciencia es el Estado Federal.

Estamos todos de acuerdo con que el equilibrio fiscal es importante, pero no a cualquier costo. No se puede sacarle fondos a la salud y a la educación”

Mariano Ben Plotkin Investigador, Profesor y Escritor

“Estudiantes extranjeros: si no hay reciprocidad somos una especie de tontos del barrio”

 

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