The Cure: un regreso a las bateas que se hizo esperar 16 años
Edición Impresa | 30 de Octubre de 2024 | 05:45

The Cure nunca paró del todo, pero hace 16 años no lanza un disco, una sequía que romperán el viernes, con el lanzamiento de su nuevo decimocuarto álbum de estudio, “Songs of A Lost World” (“Canciones de un mundo perdido”).
Un trabajo, como no podía ser de otra forma, desgarrador: fiel a su esencia, en las ocho canciones que componen el disco los de Crowley, encabezados siempre por Robert Smith, reflexionan sobre el paso de la vida, enfrentan su miedo a la muerte y, de paso, rompen con las reglas del mercado musical actual, con canciones de más de 10 minutos, climáticas, lejos del meme para viralizar y de cualquier tendencia musical actual.
Algunos rastrean el origen del disco en una entrevista que brindó Roger O’Donell, tecladista de la banda: “Tenemos que hacer un disco más. Tiene que ser el más intenso, triste, dramático y emocional de los que hemos hecho y después simplemente irnos”, dijo. Cuatro años más tarde, tenemos “Songs of A Lost World”, un disco que no busca sumarse a ningún trend de Tik Tok, un disco para las fieles hordas dark: un álbum oscuro, de sabor intenso y amargo, que necesita de tiempo para saborearse correctamente, con una atmósfera a base de pianos, guitarras, violines y sintetizadores que envuelve y mantiene en vilo hasta el momento (a veces muy tardío) en el que la voz de Smith hace su aparición en cada uno de los ocho temas.
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