Estudiantes no supo defender un triunfo merecido
Edición Impresa | 10 de Diciembre de 2024 | 03:44

CÓRDOBA (ENVIADO ESPECIAL)
Por MARTIN CABRERA
Se le escapó a Estudiantes. Otra vez resignó dos puntos en esta Liga Profesional por repetir errores defensivos y por un esquema que dejó dudas. Empato 2-2 con Belgrano en Córdoba, un partido que tenía que haber ganado. Es verdad que no le modifica en nada el balance del año, pero sigue repitiendo errores que no puede tener en la final del 21 de diciembre en Santiago del Estero.
Estudiantes arrancó el partido con tres centrales bien definidos como defensa, con Boselli a la derecha, Lollo como libre y Facundo Rodríguez en la izquierda. Los laterales intentaron posicionarse como volantes para darle rápida salida de contra. No salió como lo imaginó Eduardo Domínguez, porque individualmente los centrales, otra vez, cometieron errores.
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Ya estaba insinuando Belgrano con un Franco Jara voraz por todo el frente de ataque y el manejo de pelota de los volantes. Tuvo un par de aproximaciones porque mostró más ganas en los contactos y una muestra de ello fue la pelota que le sacó Velázquez a Eric Meza, en la jugada que derivó en el gol de Jara por el segundo palo tras el centro de Rafa Delgado. Falló dos veces Facundo Rodríguez, en el inicio y final de la jugada. También Matías Mansilla que no se animó a salir. Y Santiago Ascacibar que se desatendió de la jugada. Nada cambió en este equipo que de mitad de cancha para adelante es uno y defensivamente otro muy diferente. Décimo partido seguido con goles en contra en un partido. El torneo fue letal para el Pincha que sólo cinco veces logró terminar con el arco en cero en 27 partidos. El principal punto negativo del segundo semestre, a tal punto que el técnico modificó el esquema inicial y colocó a Boselli de marcador de punto para adelantar a Meza y jugar con un 4-4-2 más clásico.
Pero este equipo tiene dos caras y las mostró en todo el campeonato. Así como defiende muy mal, es peligroso y genera mucho peligro cuando ataca. Tiene velocidad y variantes que generan un dolor de cabeza a las defensas rivales. Lo sufrió Racing la semana pasada y ayer Belgrano a partir del minuto 25, cuando por afuera y con juego interior empezó a manejar la pelota. Es verdad que tuvo imperfección en los pases pero aún así llegó un par de veces hasta el área del paraguayo Espínola.
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Así llegó el gol de Eric Meza, el primero desde que está en Estudiantes, con un buen desborde por la derecha, una pausa y observando el paso adelante del arquero para rematar al arco y empatar el partido, que desde ese momento del minuto 42 hasta el 49 tuvo a su rival de rodillas. Dos veces pudo anotar Alexis Manyoma. Estudiantes tiene una facilidad para cambiar que lo hace diferente al resto de los equipos, con lo bueno y con lo malo.
El final del primer tiempo lo mostró mejor parado y con otra fortaleza. Pudo, incluso, irse al descanso en ventaja pero no hubiese sido lo que reflejaron los 45 minutos, en los cuales tuvo fallas defensivas muy groseras, desatenciones en el medio y fallas en los pases cuando quiso salir del fondo. Pero en este fútbol argentino, a veces, cinco minutos alcanzan para ganar un partido.
En el segundo tiempo empezó con la misma tendencia que había terminado el primero: Estudiantes manejando la pelota y el campo. A diferencia de lo mostrado en los iniciales 45 minutos, ahora tuvo mayor precisión y aunque le faltó profundidad manejó el balón mejor que su rival. En pocas palabras, se pasaron la pelota entre los de la misma camiseta, algo que no sucedió anteriormente.
Estudiantes volvió a mostrar sus dos facetas: una cuando defiende y la otra cuando ataca
Así llegó el segundo gol, el de Ascacibar a los 16 minutos. El Ruso, ya en posición ofensiva, se encontró con una segunda pelota adentro del área tras un nuevo horror defensivo del local, para rematar fuerte al segundo palo de Espínola, que un rato después pidió el cambio. Era justicia.
Estudiantes siguió siendo superior con la conducción de Tiago Palacios, el mejor del equipo. Pero desaprovechó algunas contras y luego Domínguez volvió a la defensa de tres centrales, ahora con Bautista Kociubinski, ingresado desde el banco de suplentes. No le funcionó el cambio, como tampoco el de Javier Altamirano por Manyoma ni el de Luciano Giménez por Carrillo.
Belgrano, a base del empuje de gente y un sinfín de centros y tiros de esquina emparejó el juego. Ya no lo tuvo a Estudiantes como dominador, porque no pudo manejar la pelota como antes. Y así los últimos 15 minutos no los jugó sino que los sufrió. El local lo metió dentro del área cuando el reloj le quedaban muchos minutos para el final. Otro tema a corregir pensando en la final e 21/12.
Por eso no sorprendió que a falta de dos minutos, en una pelota que no pudo despejar Pablo Piatti, el centro mil encontró al peruano Reyna por el segundo palo por detrás de Ascacibar para el 2-2, premio al esfuerzo y castigo al equipo que, otra vez con tres centrales, no supo cómo despejar una pelota del área.
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