Justo homenaje a los que pelean por la salud y la vida

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Nada más justo que todas las profesiones y oficios reserven un día del año para celebrar y ello se vuelve especial cuando esas disciplinas se relacionan a derechos tan esenciales como son la salud y la vida de las personas. De allí que deban ponderarse los actos realizados en nuestra ciudad hace pocas jornadas, relacionados al Día del Médico.

Sólo para ejemplificar, nada más justos fueron los aplausos que la población de nuestro país tributó a los médicos y enfermeros y a personal hospitalario en las noches de los primeros tiempos de la pandemia, cuando la aparición del Covid-19 conmovió y creó tanto temor.

Y al mismo tiempo, corresponde señalar que nada más justo –en el caso de nuestro país- que las críticas y pedidos de mejoras formulados en esta fecha por los médicos. Entre ellos, la de que deben afrontar su actividad cada vez con menos recursos y con salarios que distan de ser los ideales.

Desde el Colegio de Médicos distrito I se señaló que “el trabajo esencial que llevamos adelante quienes nos desempeñamos en el arte de curar, nos convoca a una mirada evaluatoria del escenario cercano, en el cual los profesionales de la salud auspiciamos como sostén primero de un sistema sanitario totalmente vapuleado, menguado de recursos, y con salarios y honorarios que distan del piso mínimo para ser considerado dignos”.

Se destacó el esfuerzo cotidiano que debe afrontar cada médico de la provincia de Buenos Aires para brindar “una atención de calidad en condiciones claramente desfavorables”, para añadir que desde esa entidad “reconocemos con orgullo la entrega y la vocación de cada uno de nuestros pares, como así también el acompañamiento incondicional de sus familias”.

“En esta línea, las entidades de representación médica -infaustamente acusadas de corporativas por emisarios y actores del poder de turno- continúan luchando contra la arbitraria, y funesta desarticulación del Sistema Público de Salud, con pleno apego a las premisas fundadas en el Juramento Hipocrático, y el norte puesto en la jerarquización del trabajo médico, en pos de una atención de excelencia para nuestra sociedad”, se agregó.

Deterioro gradual de los hospitales públicos en las últimas décadas, escasez de insumos, migración de profesionales, cierres de laboratorios, altos costos en los equipamientos, caída en los salarios del personal, dificultades para conseguir medicamentos y costos cada vez más altos de los remedios, drástica caída en la cobertura de las obras sociales, son tan sólo parte de los trastornos que padece el sistema de salud provincial.

Claro que se debe homenajear a la profesión médica y a la de los auxiliares de salud. Nada más merecido para quienes, desprovistos de esos y otros apoyos estructurales, van todos los días a las trincheras a cumplir con la batalla en la que se juegan la salud y la vida de millones de personas enfermas.

 

Día del Médico

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