A 40 metros de la comisaría: dos robos calcados en una casa de City Bell
Edición Impresa | 2 de Febrero de 2024 | 02:25

En City Bell, desde hace tres meses, se da la rara paradoja de que quienes viven en cercanías de la comisaría décima, son quienes más están padeciendo los embates delictivos.
Como lo viene reflejando este diario, en la mayoría de los casos los ataques son bajo la modalidad escruche, es decir, cuando sus dueños se ausentan circunstancialmente de sus domicilios.
Vecinos y policías de esa jurisdicción tienen un mismo convencimiento: que los ladrones tienen controlados los movimientos de las víctimas.
Al mismo tiempo, los frentistas y, también los pesquisas, cuentan con un dato preciso: los robos se están registrando “entre las 12 de la noche y las 5 de la mañana”.
Esta última situación volvió a ponerse de manifiesto en una casa de la calle 15 entre 467 y 471, donde según denunció ayer ante EL DIA su propietario, el abogado Guillermo Moviglia (69), “se metieron a robar en casa por segunda vez en los últimos dos meses”.
Cabe señalar que los fondos de la vivienda estám a solo 40 metros de la dependencia policial, en una zona castigada por el accionar delictivo.
Tanto, que algunos de sus habitantes, recientemente, entregaron una nota dirigida al comisario y en la cual exigieron medidas para la prevención de robos.
“VOY A ELECTRIFICAR LA REJA”
Acerca de los robos sufridos en su propiedad, el letrado hizo saber que “en ambas ocasiones, los delincuentes vinieron de madrugada y se metieron en el quincho, tras romper una reja”.
Es por ello que, reveló a este diario el abogado, dijo estar decidido a adoptar una decisión drástica. “Voy a electrificar la reja”, sentenció con inocultable fastidio.
Con relación a lo sustraído, detalló que “nos llevaron un equipo de música, un amplificador, dos bicicletas, dos hidrolavadoras, una amoladora y una soldadora, entre otras cosas”.
Todos esos elementos, según una fuente del caso, rondarían los dos millones de pesos.
Moviglia reflejó que al momento del robo, “estábamos con mi familia durmiendo” y rescató que “por suerte (los ladrones) no fueron a nuestras habitaciones para despertarnos, porque ahí todo hubiese sido muy distinto”.
“DESDE LAS 20, ES TIERRA DE NADIE”
El profesional se encargó, a su vez, de exponer que la inseguridad que castiga a vecinos de City Bell no se da únicamente en inmediaciones de dicha comisaría.
”Diría que a 10 cuadras a la redonda de este barrio ya hubo varios robos en los últimos meses. A partir de las 20, esto es tierra de nadie. City Bell no es lo que era”, graficó.
Citó que “hablé con la Policía y en la comisaría es muy poco el personal, que además no tiene los medios suficientes para patrullar como se necesita”. Y completó: “Acá debe hacerse como en Entre Ríos. Allá los policías recorren las calles en bicicleta o directamente caminando”.
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