Último recurso de Assange para evitar su extradición

Los abogados de Julian Assange (52) presentaron ayer su último recurso para impedir la extradición del fundador del sitio web WikiLeaks (especializado en filtrar documentos clasificados) a Estados Unidos, que lo acusa de espionaje, con el argumento de que sus acciones sacaron a la luz actos criminales graves del gobierno estadounidense.

Su abogado Edward Fitzgerald dijo que enfrentaría una “flagrante negación de justicia” en el país norteamericano. En una audiencia de dos días en el Tribunal Superior de Justicia, los abogados de Assange piden que le concedan una nueva apelación, su último recurso legal en el Reino Unido.

Assange no estuvo presente en el tribunal. La jueza Victoria Sharp dijo que le dio permiso para salir de la prisión de Belmarsh, donde se encuentra desde hace cinco años, pero que optó por no hacerlo. Fitzgerald indicó que el australiano estaba indispuesto, sin dar detalles. Assange combate la extradición desde hace más de 10 años, primero durante siete años de autoexilio en la embajada ecuatoriana en Londres y durante los últimos cinco años en la prisión de alta seguridad en las afueras de Londres.

Se lo acusa de espionaje y de uso delictivo de una computadora al publicar documentos confidenciales en su sitio de internet. Los fiscales estadounidenses dicen que ayudó a la analista de inteligencia militar Chelsea Manning a robar comunicaciones diplomáticas y archivos que WikiLeaks publicó, y con ello puso vidas en riesgo.

Para sus seguidores, Assange es un periodista revelador de secretos que sacó a la luz crímenes de las fuerzas armadas estadounidenses en Irak y Afganistán. Sostienen que las acusaciones obedecen a motivos políticos y que no le espera un juicio imparcial en Estados Unidos.

Decenas de seguidores alzaron carteles con la leyenda “libertad a Julian Assange” y corearon “una sola decisión, no a la extradición” en una ruidosa protesta frente tribunal londinense.

Se realizaron actos similares en Roma, Bruselas, Berlín y otras ciudades.

“Si logran extraditar a Julian Assange a Estados Unidos, los periodistas del mundo tendrán que cuidarse las espaldas”, dijo Simon Crowther, asesor legal de Amnistía Internacional.

La esposa de Assange, Stella Assange, dijo: “No sabemos qué esperar, pero ustedes están aquí porque el mundo está mirando. No pueden salirse con la suya. Julian necesita su libertad y todos necesitamos saber la verdad”. (AP)