Motochorros, la forma del delito que provoca miedo en la Ciudad
Edición Impresa | 26 de Febrero de 2024 | 02:38

Según las denuncias que se reciben casi a diario, la modalidad del delito que se arropa bajo la figura de los temidos “motochorros”, no muestra freno en la Ciudad. Todo el tiempo se conocen nuevos casos, algunos de ellos muy violentos, y esa situación ha generado una especie de psicosis colectiva. Ir por la calle y escuchar el ruido de una moto, enseguida enciende no solo las alarmas. También el miedo de sufrir una dura embestida.
Se sabe que aquellos que utilizan esta manera de delinquir, saben que cuentan con varios elementos a su favor. Uno de ellos, de acuerdo a lo que manifiestan los propios vecinos, es la escasa presencia policial. Es decir, saben que cuentan con un escenario propicio para sus incursiones y pocos riesgos de ser capturados en ese momento.
Por lo general, sus planes siempre terminan siendo exitosos, al margen de que la red de cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, es cada vez más grande y eso permiten, con el paso del tiempo, que los investigadores puedan ponerse detrás de sus pasos.
En estas últimas horas, hubo dos nuevos episodios de motochorros. Uno en San Carlos y otro en el Paseo del Bosque.
El primero tuvo lugar cerca de las seis y media de la mañana de ayer y la víctima fue un suboficial de Policía, que presta funciones en la Dirección de Custodia y Traslados.
Ocurrió en la calle 136 entre 42 y 43, donde, a poco de iniciar su recorrido en bicicleta desde el domicilio hacia el trabajo, fue interceptado por dos delincuentes en una moto.
Como suele suceder en este tipo de golpes repentinos, el que iba de acompañante pegó un rápido salto, puso los pies en tierra y amagó con sacar algo para amedrentar a la víctima, sin conocer de su profesión.
Afortunadamente, no hubo represalias por eso y el robo terminó sin gente herida.
Sí el agente se resistió e intentó evitar que le arrebataron el rodado y una mochila, donde llevaba sus implementos laborales, entre ellos la pistola reglamentaria 9 milímetros y un teléfono celular.
Se supo que los ladrones vestían ropas oscuras y capuchas cerradas en su totalidad.
Ahora solo queda esperar si, con las pruebas por recabarse del evento, se logra identificar a los asaltantes y procurar su captura.
La pesquisa quedó a cargo de personal de la subcomisaría La Unión, con conocimiento de la UFI Nº 9 de La Plata.
En tanto, en el Paseo del Bosque, anteanoche se registró otro ataque de motochorros.
También la víctima se desplazaba en bicicleta, aunque en este caso sí sufrió algunos raspones cuando la arrastraron por el piso.
En base a la exposición que la damnificada radicó en la comisaría novena, el sábado, cerca de las 20.30, se desplazaba por 120 y la de avenida Centenario cuando fue abordada por dos sujetos en una motocicleta de tamaño chico y bastante maltrecha, con plásticos de color rojo desgastados.
Enseguida le cerraron el paso y provocaron su caída. Fue ahí que el delincuente que iba atrás desciende del rodado para luego sujetar su riñonera, que la chica llevaba cruzada en el torso.
Enseguida la víctima reaccionó y, al sujetar la correa, impidió que se la quitara. Pero los forcejeos siguieron, lo mismo para tratar de que no le roben la bicicleta, hasta que la arrastraron unos metros por el suelo.
Con las piernas y codos raspados, no soportó el dolor y prefirió preservar su integridad física, por lo que dejó de sujetar sus pertenencias y permitió la fuga de los agresores.
La oscuridad de la noche y el susto que se llevó, según explicó en su exposición, le impidió observar bien a los ladrones, por lo que no aportar sus características físicas.
Habrá que ver entonces qué tipo de elementos se reúnen durante la instrucción del sumario y si los mismos alcanzan para descubrir quiénes fueron los responsables del ilícito.
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