VIDEO. El VAR dividió las aguas tras el gol anulado a Mammini por off side
Edición Impresa | 26 de Febrero de 2024 | 04:45

El VAR es capaz de calentar un partido que transita por los carriles de la normalidad, como este último clásico platense que se desarrollaba sin complicaciones hasta cuando a los 16 minutos, desde el predio deportivo de la AFA, en Ezeiza, un llamado dejó en la nada un gol que Gimnasia había gritado con fuerte en el estadio de 60 y 118 ante la frustración de Estudiantes.
Lo referido: apenas se había dejado atrás el primer cuarto de hora en el principal espectáculo deportivo de nuestra ciudad cuando el uruguayo Matías Abaldo, recostado sobre la derecha, metió un pase en profundidad para la corrida de Ivo Mammini, quien se filtró entre los marcadores centrales, dominó la pelota a espaldas de Zaid Romero y definió con precisión, cruzado, al palo de la mano derecha de Matías Mansilla, el arquero.
La anotación hizo explotar el Bosque, con las tribunas colmadas por fanáticos albiazules, y a todo el “Mundo Tripero”, mientras el goleador se desahogaba colgado en el alambrado olímpico, poniéndose cara a cara, lo más cerca posible, con los hinchas que no imaginaban lo que iba a pasar a continuación.
Se analizaba, desde afuera, si correspondía tarjeta de amonestación para Mammini, por colgarse, y para Abaldo, que hizo lo mismo, cuando Pablo Dóvalo, el árbitro, hizo un gesto ya clásico, anunciando un llamado desde el VAR a los efectos de chequear en forma pormenorizada la acción que desembocó en el gol.
De repente, el festejo quedó embargado, en suspenso, con los jugadores de uno y otro equipo reclamando: el gol en el caso del Lobo y la anulación teniendo en cuenta la actitud de los albirrojos.
El fallo llegó desde Ezeiza, predio elegido para la instalación de los monitores correspondientes a las cámaras que siguen los acciones de cada partido por la Copa de la Liga Profesional, y dejó sin efecto el gol de Gimnasia por una supuesta posición adelantada de Ivo Mammini, la cual no quedó clara en ninguna de las repeticiones, porque cuando “se tiraron las líneas”, empezando por los ángulos utilizados, no aparecieron imágenes contundentes.
Silvio Trucco, junto a Diego Romero, fueron los responsables del VAR, y quienes en definitiva le comunicaron a Dóvalo, el juez central, la posición adelantada de Mammini, en la que terminó siendo, por lejos, la acción más polémica del clásico platense disputado en el estadio Juan Carmelo Zerillo.
La polémica desatada desde la anulación de lo que hubiera sido el 1-0 de Gimnasia no hizo más que sumar dudas e interrogantes, porque nadie encontró la forma de establecer con justeza la ubicación del delantero del Lobo con respecto a los marcadores albirrojos con los cuales se trazaron las líneas que llegaron a mostrarse superpuestas.
Una muestra más sobre los aspectos, a favor y en contra, que el VAR le aporta al fútbol argentino, desde que se implementó, con herramientas que piden una mejora.
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