Cómo los problemas económicos de China impactan en el mundo

La desaceleración del gigante asiático pega de lleno en el intercambio comercial global. México y Corea del Sur “piden pista”

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Cuando a principios del año pasado China abandonó la política de cero Covid, se esperaba que su economía reviviera.

Tanto a los ciudadanos como a los turistas del país se les permitió circular libremente tras un estricto régimen de confinamiento a causa de la pandemia.

Sin embargo, la recuperación se desvaneció, con el resultado de un crecimiento débil y deflación. Esto no sólo afecta a su gente. Lo que sucede en la segunda economía más grande del mundo también importa más allá de sus fronteras.

Dado que China es un país tan grande, el cambio en la suerte económica podría impulsar las cifras generales de crecimiento global. Pero la desaceleración de China también afecta directamente las perspectivas de otros países y los flujos comerciales.

En lo más profundo de la pandemia, mientras la cadenas de suministro globales colapsaban y el costo de enviar un contenedor a China se multiplicaba por 20, hubo personas que vieron en esta situación una oportunidad de negocio.

Así, por ejemplo, centros de fabricación de China fueron trasladados a México. ¿La razón? Las empresas extranjeras, sobre todo aquellas que buscan vender dentro de América del Norte, vieron al país azteca como una alternativa viable a China por varias razones, incluidas las tensiones comerciales latentes entre EE UU y China.

De hecho, México superó a China para transformarse en la primera fuente de importaciones oficiales de EE UU por primera vez en 20 años

Asimismo, el déficit comercial de China con EE UU se redujo significativamente en 2023, y las importaciones de bienes del país cayeron un 20 por ciento a 427.000 millones de dólares. Los consumidores y las empresas estadounidenses recurrieron a México, Europa, Corea del Sur, India, Canadá y Vietnam en busca de autopartes, zapatos, juguetes y materias primas.

El déficit comercial total de bienes y servicios de EE UU, que consiste en exportaciones menos importaciones, se redujo un 18,7 por ciento. En general, las exportaciones estadounidenses al mundo aumentaron un poco en 2023 con respecto al año anterior, pese a un dólar fuerte y una economía global débil.

Las importaciones de EE UU fueron cayendo a medida que los estadounidenses compraban menos bienes de consumo, incluidos teléfonos celulares, ropa, juguetes y muebles.

La reciente debilidad de las importaciones y la caída del comercio con China han sido en parte un reflejo de la pandemia.

El encierro en cuarentena llevó a los consumidores estadounidenses a stockearse de computadoras portátiles, juguetes, tests de Covid-19 y equipos para hacer ejercicio físico en casa, todos elementos fabricados en China.

Cuando las preocupaciones por el coronavirus aflojaron en 2022 y ya no había cuellos de botella en los congestionados puertos estadounidenses, EE UU siguió importando muchos productos chinos, tendencia que ahora revirtió.

Otra economía atrapada en las mareas cambiantes entre EE UU y China fue Corea del Sur. Al igual que México, este pequeño y pujante país asiático está sujeto a aranceles más bajos porque tiene un acuerdo de libre comercio con EE UU. En diciembre, las importaciones estadounidenses desde Surcorea fueron las más altas jamás registradas.

Las empresas surcoreanas también se han beneficiado sobre todo de la nueva legislación climática del presidente Joe Biden, que ofrece créditos fiscales a los consumidores que compren vehículos eléctricos, pero estableció ciertos límites a la adquisición de piezas de esos automóviles en China.

Como principales fabricantes de baterías y componentes para autos eléctricos, las firmas surcoreanas aprovecharon la oportunidad para participar en las cadenas de suministro de vehículos estadounidenses de reciente expansión. Por caso, un fabricante coreano de baterías, SK On, invirtió 2.600 millones de dólares en una fábrica en Georgia y está construyendo nuevas instalaciones en ese estado y también en Tennessee y en Kentucky, en asociación con Hyundai y Ford.

En diciembre, Corea del Sur exportó más a EE UU que a China por primera vez en 20 años, mediante el envío de vehículos, baterías eléctricas y otras piezas.

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