Una ciudad paralizada y con impactos económicos

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Sin taxis ni autobuses y con escuelas cerradas: así vivió ayer Rosario, la tercera ciudad de Argentina, tras cuatro asesinatos vinculados al narcotráfico.

Luego del fusilamiento el fin de semana de un empleado de una estación de servicio, que se sumó a otros tres asesinatos en la última semana, Rosario despertó sin micros, sin clases, sin atención en centros de salud, sin recolección de residuos, sin taxis ni expendio de combustibles durante la noche.

Los directivos de las escuelas decidieron no dar clases luego de los crímenes que provocaron “pánico” en la población, y que el Gobierno atribuye a una “reacción” de jefes narcos encarcelados por el endurecimiento de sus condiciones de detención. “Familias, hemos decidido suspender el dictado de clases de modo presencial solo por mañana (lunes)”, fue el mensaje de WhatsApp que recibieron el domingo los padres de la escuela Francisco Gurruchaga. “Debemos resguardarnos ante todo lo que ocurre”.

“De todos modos no la hubiera mandado”, dice a la AFP Romina Manzoni, empleada de 44 años y madre de una alumna de la escuela, refiriéndose a su hija. “Da mucho miedo todo lo que pasa”.

Alejandro, un comerciante de 48 años que no quiso dar su apellido por temor a represalias, decidió abrir su negocio en Rosario junto a un grupo de colegas del céntrico barrio Echesortu, aunque en otras zonas las persianas permanecieron bajas por miedo a un ataque, a pesar de las pérdidas económicas.

“Si bien abrimos con miedo y preocupación, la cuestión era sentirse libre y no darle el gusto a esta gente de que esté todo cerrado”, dice. “También juega la parte económica, tener el comercio cerrado uno o dos días implica muchos gastos en medio de esta crisis”.

Los que lucieron también casi sin comensales fueron los bares y restaurantes.

Según informaron a un medio local, este fin de semana, a pesar de ser principios de mes, hubo un marcado descenso de personas en los centros y comercios gastronómicos: “La caída fue del 50% respecto del fin de semana anterior”.

Sin embargo, referentes del sector señalan que en esta ocasión “operó más el miedo que la economía”

Drogas y homicidios

Con 1,3 millones de habitantes, Rosario es el principal puerto del país y, según los expertos, se ha convertido, a través de la hidrovía sobre el río Paraná, en punto privilegiado para salida de drogas desde Bolivia, Brasil y Paraguay hacia Europa y Asia.

La ciudad tiene la peor tasa de homicidios del país: 22 por cada 100.000 habitantes, cinco veces mayor al promedio nacional. A su vez, el índice de homicidios en Argentina (4,2/100.000 habitantes) es uno de los más bajos de América Latina.

 

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