Faustino, el pibe de “Oro” del ajedrez argentino

Un pibe argentino, de tan solo diez años, Faustino Oro, causó revuelo con una habilidad innegable para el juego, que sorprendió a propios y extraños al derrotar al número uno del mundo, el noruego Magnus Carlsen, en una partida ultrarrápida durante el Bullet Brawl 2024.

El evento, que reunió a destacados maestros del ajedrez de todo el mundo, vio a Faustino Oro enfrentarse a Carlsen con determinación y astucia. A pesar de la brevedad del tiempo y la velocidad del juego, el pibe argentino logró capitalizar los errores de Carlsen para asegurar una victoria histórica en 48 movimientos.

Si bien, Oro no se llevó el primer puesto en el torneo, su actuación no pasó desapercibida. El ganador fue el gran maestro estadounidense Hikaru Nakamura, seguido de cerca por José Martínez Alcántara de México y Daniel Naroditsky, también de Estados Unidos.

En lo que respecta al joven ajedrecista argentino se ubicó en el puesto 21 del torneo que reunió a 156 jugadores, con un total de 108 puntos.

Este no es el primer logro destacado de Faustino en el mundo del ajedrez. En el Campeonato Mundial de partidas rápidas de 2023, Oro impresionó a muchos al ganar tres partidas, incluyendo una contra un gran maestro, y empatar dos, demostrando su habilidad excepcional incluso frente a oponentes más experimentados.

Aunque Oro todavía es joven, su potencial es evidente. Su habilidad a una edad temprana es comparable e incluso superior a la de otros grandes maestros en el mismo punto de sus carreras.

Con un título de maestro FIDE y un lugar en el ranking mundial de su edad, el pibe argentino demuestra ser un competidor formidable.

Cabe destacar, que Faustino junto a su familia se encuentran radicados en la ciudad de Barcelona. En su momento los padres del joven prodigio del ajedrez argentino, Alejandro Oro y Romina Simondi fueron conscientes del potencial que mostró rápidamente su hijo.

Por eso dejaron todo atrás para apoyarle en el proceso. A finales de 2023 abandonaron sus trabajos en nuestro país y decidieron trasladarse a la ciudad catalana para que Fausti, como le llaman sus seres queridos, pudiera seguir aprendiendo de la mano de los mejores ajedrecistas del mundo.