El intendente marplatense quiere prohibir los paros de empleados municipales

Envió una ordenanza al Concejo Deliberante que declara “esencial” la tarea que realizan todos los trabajadores de la Comuna

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El intendente de Mar del Plata mantiene un largo enfrentamiento con el gremio municipal que se profundizó en los últimos días por una serie de medidas de fuerza que lanzó el sindicato en reclamo de un aumento salarial del 35 por ciento. Y en el medio del conflicto, jugó una carta fuerte: impulsó un proyecto que declara “esencial” la labor de todos los empleados para que no puedan volver a realizar paros.

La decisión de Guillermo Montenegro promete generar ruido. El alcalde del PRO justificó la medida en que “cada una de las personas que trabaja en el Estado tiene una responsabilidad enorme que es prestarle servicio a los vecinos, y esta responsabilidad no se puede frenar por una medida de fuerza”.

“Mi rol es asegurarme que los marplatenses reciban los servicios y la atención por la que pagan sus impuestos. Porque acá hay algo que está muy claro: la patronal en el caso de los empleados públicos no es un gobierno, son los vecinos. Y cuando hacen paro no me lo están haciendo a mí, están tomando de rehenes a todos los marplatenses”, sostuvo.

En los fundamentos de la ordenanza que envió al Concejo Deliberante, el jefe comunal justificó su decisión en que “el concepto de servicio público esencial es dinámico y ha ido evolucionando en función del rol que se le otorgaba al Estado, de las complejidades de las tareas desarrolladas y de ser el gestor del interés general, hasta llegar al día de hoy, en donde podemos considerar que todas las funciones desarrolladas por el Estado resultan esenciales para el ejercicio de los derechos por parte de la ciudadanía”.

El anuncio llegó una semana después de definir por primera vez el descuento de los días de paro que hicieron los empleados en el marco de una discusión salarial.

En medio del conflicto, Montenegro eliminó un beneficio que gozaban los agentes municipales desde 2001 y que consiste en un premio por presentismo al cual ya no podrán seguir accediendo quienes se sumen a paros. Consiste en quince días anuales de licencia con goce de íntegro de haberes.

El conflicto entre el gremio municipal y el Ejecutivo marplatense tiene como contexto una paritaria en la que los trabajadores reclaman un 35% de recomposición y los funcionarios argumentan no poder ir más allá de un 10%.

El intendente consideró que el derecho constitucional a la huelga “se contrarresta” con la función municipal y “no es absoluto”, sino que “va enmarcado en un orden”.

Hizo hincapié en marcar que los empleados públicos “tienen un privilegio” por el solo hecho de serlo. “Es un privilegio que genera la Constitución: la estabilidad”, fundamentó.

“Es decir que para poder despedir a un empleado público hay todo un trámite burocrático específico que lleva habitualmente años” por “demoras y judicializaciones”, explicó. Esa estabilidad –puntualizó– conlleva “una responsabilidad, una obligación muy sencilla: tienen que ir a trabajar”.

Montenegro dijo que el proyecto tiene el aval del oficialismo en el Concejo y espera que se apruebe en los próximos días.

 

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