Una tarjeta, compras de $200 mil y una “polichorra” en la mira

Durante las últimas horas se generó un enorme revuelo a raíz de la denuncia de una policía de la ciudad de La Plata ante la Justicia en la que acusó a una compañera de robarle su tarjeta de crédito y gastar más de 200 mil pesos en diferentes comercios de una localidad vecina.

De acuerdo a la información que fue revelada por la pesquisa, la acusación fue radicada en la Justicia y en la Auditoría General de Asuntos Internos hace casi seis meses, pero, según confiaron fuentes, no habría avances en la investigación. Las compras por una suma cercana a los $200.000 se habrían realizado a comienzos de este año, luego de que la víctima había perdido su tarjeta.

Según revelaron voceros, todas las compras habría sido realizadas en localidad de Verónica, ubicada 90 kilómetros al sur de La Plata, lugar en donde justamente vive su compañera, una oficial de la Bonaerense.

En ese marco, la policía damnificada no dudó en presentar la mencionada denuncia luego de comprobar los diversos movimientos en el homebanking como combustibles, supermercados, comercios de ropa blanca e indumentaria.

Cabe mencionar que en uno de los comercios a los que concurrió la acusada, terminó siendo captada por las cámaras de seguridad del local, imagen que ilustra esta nota. A pesar de aportar las pruebas, la damnificada lamentó en las últimas horas que la causa fue “archivada”.

Asimismo, la denunciante elevó la denuncia a las autoridades de la fuerza bonaerense para que tomen conocimiento y también habría pedido el cambio de horarios para evitar cruces entre las involucradas. Sin embargo, según el relato de la víctima, la acusada sigue trabajando sin “ningún impedimento”.

En ese sentido, hubo una confrontación entre las mismas cuando la damnificada le anunció que sabía de lo ocurrido y tuvo como respuesta una argumentación más que indignante, explicando que era “por necesidad”.

Por último, según la pesquisa, entre los gastos que está acusada la “polichorra” se destaca un monto de 20 mil pesos en una estación de servicio de YPF, otro mayor a 50 mil pesos en un almacén, mientras que en una blanquería utilizó casi 100 mil pesos por cortinas, acolchados, y otros elementos.