“Le diría al Presidente que caliente el bolsillo de la gente”

“Mi recomendación, si pudiera decirle algo al Presidente en estas horas, es que caliente el bolsillo de los argentinos, porque se pasó tres clics en el frío de la heladera y todo está muy frío. Y cuando el frío persiste, la gente se pone mal y mucha se muere. Entonces, esto hay que arreglarlo”. Así, con ese tono crítico respecto del gobierno nacional, se expresó el diputado nacional del Frente Renovador, Ramiro Gutiérrez, durante una entrevista con EL DIA.

Gutiérrez, un dirigente muy cercano a Sergio Massa, estuvo en La Plata para darle impulso a un proyecto que presentó en la Cámara baja nacional que tiene como objetivo redistribuir en la sociedad los bienes incautados por la Justicia producto de acciones delictivas. Esa iniciativa tiene una particularidad: reúne el respaldo de los distintos bloques políticos, incluso, del oficialismo libertario.

“Es una ley muy pedida por el Poder Judicial que permitiría que una vez que un juez haya secuestrado o decomisado bienes, esos bienes pasen a una agencia que los va a inventariar, los va a tasar y a devolver al uso de la vida social o los va a vender para que esos dineros ingresen a la reparación de las víctimas, a las fuerzas de seguridad para que puedan desarrolar su tarea de prevención y también para otros aspectos de la vida como educación, salud y generar oportunidades laborales”, detalló el legislador.

Por otra parte, al ser consultado sobre la ley Bases que aprobó con modificaciones el Senado y que vuelve a Diputados, Gutiérrez dijo que se terminará aprobando. “Es una ley con suerte sellada. Hay una cuestión matemática: no nos alcanzan las manos para frenarla”.

No obstante, señaló que volverá a rechazarla. “No es una ley que comparto, no es una ley que haya votado. La discuto porque debilita la industria nacional, permite que nuestros recursos naturales puedan ser accedidos sin controles por 30 años. No cuida el trabajo local y es una invitación para que los grandes capitales de la droga puedan venir a la Argentina porque sería una plaza complaciente. ¿De dónde vienen esos fondos? No hay exigencia legal sobre su trazabilidad de origen. Y para mí eso está mal”.