Buscan rescatar “plantas olvidadas” con valor medicinal o nutricional
Edición Impresa | 3 de Junio de 2024 | 02:28

Poner en valor especies de plantas olvidadas e infrautilizadas en distintas regiones de la Argentina y que podrían ser aprovechadas por sus ricos aportes nutricionales, pero también medicinales: tal es el objetivo de un reciente proyecto que encaran tres equipos de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en conjunto con la Universidad de Jujuy y que encabeza la antropóloga y doctora en Ciencias Naturales, María Lelia Pochettino.
Como Investigadora principal del Conicet, responsable del Laboratorio de Etnobotánica y Botánica Aplicada (LEBA) y profesora de Botánica Aplicada de la FCNyM, hace más de 40 años que Pochettino dedica su vida a buscar ese “algo más” en la relación entre las plantas y los seres humanos, tal como aprendió de su mentora, la botánica Genoveva Dawson de Teruggi.
Esa búsqueda la ha llevado a ir tras la pista de unos cultivos que ya la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha identificado como subutilizados o NUS (por sus siglas en inglés Neglected and underutilized crops), que tradicionalmente se usan para alimento, fibra, aceite y que incluso tienen propiedades medicinales, pero cuya utilización se ha reducido con el tiempo. Tanto que hasta la investigación científica suele pasarlos por alto.
Esos cultivos abarcan desde algarrobos de gran importancia en zonas áridas y malezas con un valor nutricional igual o mayor al de las verduras, pasando por plantas usadas como ornamentales y desaprovechadas como la mora y nísperos hasta el zapallito verde, solo difundido en Argentina y Uruguay.
“Hablamos de especies que son de importancia local, de uso muy limitado en cuanto a su potencial económico y que son desconocidas a escala global, ya que son manejadas por agricultores familiares según el conocimiento tradicional”, advierte Pochettino.
“Nuestra investigación busca reconocer esas plantas en zonas de la provincia de Buenos Aires, Santa Cruz, distintos puntos del Noroeste y Misiones; identificar sus bondades alimenticias y vincular a distintos sectores de la población a partir de la difusión de su cultivo o recolección, preparación y consumo”, agrega.
De ahí que, lejos de quedarse en el mero hallazgo, el trabajo que encara el equipo de la FCNyM podría contribuir también a resolver la siempre acuciante problemática de la escasez de alimentos.
Según la FAO, la gran mayoría de la población basa su dieta en sólo cuatro cultivos: el arroz, el maíz, el trigo y la papa. Esto se debe a la globalización de los mercados que promueve la homogeneidad de productos y genera abundancia de alimentos en algunas partes del mundo, contrastando con gran escasez en otras que no acceden a esos mercados. Algo que se traduce en la pérdida de distintas culturas culinarias y de la agrodiversidad.
“Se estima que alrededor de 7.000 especies de plantas se han cultivado o consumido como alimento a lo largo de la historia. Pero en la actualidad, muchas de ellas están desapareciendo”, alerta Pochettino.
A su entender, el proyecto que dirige “constituye un abordaje interdisciplinario en el que el manejo de la historia de las plantas, los conocimientos tradicionales y saberes populares sobre sus formas de uso, consumo y cultivo, los saberes agronómicos pasados y presentes, la valoración e identificación de la diversidad genética y/o los valores dietéticos y nutricionales permiten aportar al incremento de la diversidad agroalimentaria y promover el acceso a alimentos no convencionales para amplios sectores de la población”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE