Espejito, espejito

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No podemos finalizar este balance sin detenernos en los modelos elegidos por las grandes damas de la realeza para los actos institucionales que tuvieron lugar en París con motivo de los Juegos.

La que deslumbró, como siempre, fue la reina de España. A la recepción en el Museo de Louvre eligió ir de Dior como un homenaje a la moda de Francia, país anfitrión de los Juegos. Letizia lució un top en terciopelo negro bordado con piedras y una falda de seda clara bordada con paillets y cristales. Las piezas pertenecen a la última colección de alta costura de la firma y, en realidad, le fueron cedidos para la ocasión. Que las grandes marcas presten vestidos y accesorios a las actrices para las alfombras rojas es muy común y ahora esta práctica ha llegado a la realeza. Letizia está muy comprometida con la moda sustentable así que no es de extrañar que haya optado por un modelo de pasarela y no por comprar una prenda nueva y exclusiva para ella.

La reina Mary optó por convertirse en bandera de Dinamarca. Fue a la recepción del Louvre con un mono rojo de MaxMara y un blazer blanco y, al otro día, con una blusa también roja y un pantalón, también blanco. Lo que en otra sería un panfleto nacionalista, en Mary lucía espectacular. Una mujer elegante sin afectaciones que, por fin, está brillando como reina.

Charlene de Mónaco, siempre tan minimalista, optó por un conjunto negro de pantalón y blusa de Alexander McQueen para en encuentro con el presidente de Francia y un mono blanco de Louis Vuitton para la ceremonia de inauguración. Vimos la mejor versión de la princesa de Mónaco: sonriente, elegante y feliz. Charlene fue atleta olímpica y se la notó entusiasta y disfrutando.

Lo de la reina Matilde de Bélgica no sabemos si es comodidad u obsesión. En las tres ocasiones en que participó, optó por usar modelos de la firma Natan. El mono blanco de la cena en el Louvre era muy elegante pero los vestidos naranjas de las galas siguientes ni eran lindos ni le quedaban bien.

Si no nombramos aún a Máxima es porque la reina no estuvo presente en estos actos sino que llegó directo para las competencias y las vimos siempre con vestidos bastante informales o las remeras de la delegación holandesa. Pero sí podemos decir algo: parece que vuelve la pollera-pantalón, una prenda furor en los 70/80 y que la reina ha llevado uno de los días que estuvo como espectadora. No es una prenda común y no es para todo el mundo ¿Marcará Máxima tendencia?

Aunque algunos outfits nos hayan gustado más que otros, no hay duda de que las damas de la realeza siempre dan lo mejor de sí, sea cual sea la ocasión.

 

 

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