Un nuevo alerta médico sobre el sobrepeso de las mochilas escolares
Edición Impresa | 19 de Agosto de 2024 | 02:16

Una nota publicada ayer en este diario reflejó una advertencia formulada por especialistas médicos acerca del gran sobrepeso de las mochilas que llevan los alumnos a las escuelas, que en algunos casos llega a más del doble de lo recomendable y que, como resultado de ello, la sobrecarga puede derivar en serias lesiones en las columnas de los niños.
No es un tema nuevo, pero lo que se advierte es que en el curso de los años no ha existido ninguna reacción por parte de las autoridades educativas. En el informe realizado fueron algunos padres los que denunciaron esta situación y los que dijeron temer que sus hijos puedan sufrir consecuencias físicas negativas.
Uno de los testimonios señaló que una pequeña de 8 años, que pesa 27 kilos, lleva en forma cotidiana una mochila que pesa 6,800 kilos, en tanto que los kinesiólogos consultados recomendaron que los niños no carguen más del 10 por ciento de su peso, esto es la mochila pese menos de tres kilos.
Para algunos puede parecer una cuestión de menor cuantía, pero los profesionales aseguran que trae aparejado un sinnúmero de problemas en un futuro, fue otro de los puntos reflejados en la edición de la víspera.
En el curso de los años no ha existido ninguna reacción de las autoridades educativas
Es que “cargar con muchas cosas en la mochila de los niños condiciona la postura desde muy temprana edad porque en ese momento sus huesos aún se están desarrollando.
Existen también otras cosas a las que deben estar atentos los padres como la postura, que muchas veces se corrige con plantillas, y hasta las sillas en las escuelas”, indicó un médico especializado en tratamientos de escoliosis.
Como se sabe, la escoliosis se suele presentar durante el período de crecimiento de los niños. En la mayoría de los casos es leve, pero algunos niños pueden desarrollar deformidades de la columna vertebral que empeoren el crecimiento.
Llevar menos cosas, organizar de otra manera la semana, o encontrar la forma de dejar algunos útiles y libros en la escuela serían algunas buenas opciones a seguir. Al margen de ello las autoridades de cada escuela debieran verificar que los alumnos, sobre todo los más chicos, no deban acudir a las escuelas con mochilas sobrecargadas.
Se trata de evitar un mal de tipo óseo o muscular, que puede agravarse con el paso de los años
Hace cuatro años el Colegio de Kinesiólogos bonaerense emitió una serie de recomendaciones y lanzó una campaña de prevención lúdica e interactiva titulada “Yo cuido mi cuerpo”, en la que se puso énfasis en la prevención de lesiones en columna y trastornos osteomusculares bajo tres aspectos concretos: la importancia de la actividad física, el correcto uso de las mochilas y de los dispositivos electrónicos.
En numerosas ocasiones se ha puesto de relieve en esta columna la importancia de que las medidas preventivas, de tipo médico, se empiecen a aplicar en edades tempranas.
En este caso de las mochilas, ya conocido por cierto, no puede menos que cuestionarse a las autoridades educativas que se mantengan indiferentes, ante lo que puede convertirse en un perjuicio para la salud de muchísimos niños.
En este contexto, aquí se ha instado reiteradamente a que la escuela incorpore, desde los jardines de infantes, políticas preventivas, actividades y ejercicios dirigidos a que los niños internalicen conductas de cautela y precaución frente a cada uno de los peligros de la vida cotidiana. Se trata de evitar un mal de tipo óseo o muscular, que puede agravarse con el paso de los años.
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