La Niña de Primavera: el clima que se viene y los desafíos que plantea al sector productivo

Tras un invierno que golpeó con mayor dureza que lo imaginado, los pronósticos hablan de un trimestre futuro un poco más cálido y seco de lo que sería habitual

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Después de imponer su rigor como pocas veces, marcando récords y provocando no pocas complicaciones, parece que el frío está en retirada. Y lo que se viene en materia climática establecerá nuevos parámetros, sobre todo a quienes gestionan tierras productivas en nuestra región, una de las más fecundas de la Provincia en materia de cultivos. Condiciones algo más cálidas que las regulares -pero con la chance de alguna helada tardía-, lluvias estándar o por debajo del promedio, y una Niña que sigue reticente a dar un paso al frente pero al fin tomará el centro de la escena, constituirán el marco meteorológico que barajan los especialistas como más probable.

El Servicio Meteorológico Nacional acaba de emitir una nueva actualización de su interpretación climática para el final del invierno y el comienzo de la primavera en el país, con información sobre las precipitaciones y temperaturas del trimestre venidero. De acuerdo con los pronosticadores, el invierno ya entró en su recta final y de a poco empezaremos a experimentar condiciones más templadas.

 

En cuanto a las lluvias, se avizora un trimestre seco en gran parte del territorio nacional

 

El último mes experimentó una rápida transición del frío extremo a temperaturas más templadas, pero las lluvias, a pesar de las que cayeron durante la semana que pasó, vienen por debajo de lo esperado. De cómo se comporten las variables más relevantes dependerán las decisiones de los actores productivos, que ya padecieron severas pérdidas durante las olas polares de julio.

En cuanto a las precipitaciones, se avizora un trimestre seco en gran parte del territorio nacional. Nuestra región podría ser la única en que la cantidad de lluvia arañará los promedios históricos, pero en el resto -NOA, Cuyo, Litoral, Patagonia, la “zona núcleo” agropecuaria-, serían deficitarias. Y en lo concerniente a las temperaturas, el pronóstico indica que la mayor parte del país experimentaría un trimestre más cálido de lo habitual.

Los antecedentes inmediatos de “sorpresas” climáticas con secuelas productivas se concentraron el mes pasado, cuando en casi todo, el país las temperaturas medias fueron más bajas que lo normal para esa fecha, causando serios problemas en los cultivos. Un relevamiento de la División de Monitoreo Federal de la Corporación Mercado Central de Buenos Aires señaló que “las heladas generalizadas provocaron el retraso en la maduración, y por ende en la cosecha, de diversos productos, así como también pérdidas de cultivo. Entre los más afectados estuvieron el ajo, la papa, la batata, la cebolla, la zanahoria, el alcaucil, el zapallo, la lechuga, los cítricos, el tomate, el pimiento, que por añadidura registraron aumentos de precios.

MODERADO OPTIMISMO Y PLANIFICACIÓN “CERRADA”

Ahora, para lo que se avecina en el corto plazo, los productores expresan un moderado optimismo. “En lo que es el sector hortícola, que se maneja prácticamente todo con riego -aunque no es lo mismo que el agua de lluvia-, la planificación básica no va a cambiar” adelanta el productor e ingeniero agrónomo Gonzalo Villena, experto en alcaucil, uno de nuestros cultivos emblemáticos: “eso sí, el tema económico influirá, pero en cuanto a la previsibilidad por el clima, no esperaría grandes modificaciones”.

También productor, y además comercializador, con presencia en el Mercado Regional de Tolosa, Héctor Pestrin coincide en que los boletines meteorológicos no forzarán a introducir grandes cambios para la campaña inminente. “En cuanto a las hortalizas, cada zona va a ser muy variable; se va a plantar lo que realmente permita la capacidad financiera, y dependerá mucho del clima, de cómo se desarrolle, para que tengamos las cantidades adecuadas para el consumo”.

“Creo que hoy en día, debido a las circunstancias, pueden ocurrir cosas relativamente imprevistas, como lo que pasó ahora en Río Negro, donde nevó. El clima puede afectar, y las inversiones que tenemos en nuestra actividad no son tan importantes” hace la salvedad Pestrin: “sigo sosteniendo que en nuestra actividad, el productor primario invierte todo lo que tiene, pero cada vez tiene menos retorno, y está invirtiendo cada vez menos. A partir de ahí, se producen recortes en la producción, lo que a su vez llevará a un aumento en los costos de producción y en todo el sistema”.

 

“El mercado de verdes va a estar muy volátil, al menos en algunos de sus rubros”

 

“El panorama está relativamente complicado y quizás van a pasar cosas inesperadas” detalla el horticultor: “es decir, podrías encontrarte con algunas zonas de producción en las que no acompañen los factores climáticos, y como no hay reposición de otras zonas, eso podría repercutir en los costos de los mercados. El mercado de verdes va a estar muy volátil, no en todos los rubros, pero en algunos sí. La falta de inversión y el clima incidirán en esa condición. El verano va a ser muy cálido y la primavera, por cómo se ve, será fría, así que ambas cosas jugarán en contra. Vamos a tener un año bastante movido, así me parece que se plantea”.

EL RELEVO DE FENÓMENOS, A UN PASO DE PRODUCIRSE

En el SMN detallan que “las anomalías de temperatura del agua del océano en el Pacífico ecuatorial son consistentes con condiciones neutrales del Índice de Oscilación del Sur”, que es uno de los parámetros que se usan para dar seguimiento al fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), pero advierten que esto, posiblemente, cambie. “De acuerdo con los modelos dinámicos y estadísticos” señalan, “en el trimestre agosto-septiembre-octubre de este año se detecta un 70 por ciento de probabilidades de desarrollo de una fase fría o La Niña, y sólo del 29% de chances de continuar en neutralidad”.

El fenómeno de El Niño o ENOS se registró en Argentina 21 veces desde la década de 1960 hasta la actualidad. Y en general, provoca un aumento tanto en la frecuencia como en la intensidad de las precipitaciones en nuestra región, el Litoral, el noroeste patagónico y el centro del país. La Niña, que es una suerte de contrapartida de El Niño, puede condicionar los esquemas productivos por los efectos negativos que conllevan las sequías. “El riesgo que hay, por el momento, es el de una Niña moderada que podría afectar a cultivos y pasturas entre diciembre y enero, principalmente lo que es soja y maíz”, se advierte.

EL DÍA DESPUÉS DE MAÑANA Y LOS TEMAS A TENER EN CUENTA

Desde la Oficina del Riesgo Agropecuario (ORA) de la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca nacional, se confirman estas tendencias. “Casi todos los modelos pronostican ENOS neutral para junio, julio y agosto de 2024, y luego La Niña se convierte en la categoría más probable entre septiembre y noviembre de 2024, hasta enero a marzo de 2025” auguran los observadores, “mientras que entre febrero y abril de 2025 el retorno de las condiciones neutrales vuelven a ser dominantes, con un 52% de probabilidad”. Sin embargo, se hace la salvedad de que “las cifras de baja probabilidad reflejan un alto nivel de incertidumbre en los pronósticos, por lo tanto, estos pronósticos de ENOS deben interpretarse con cautela”.

En el sector agroganadero, la perturbadora presencia de La Niña tras bambalinas genera incertidumbre respecto de la planificación de cultivos para la campaña 24/25, y para la obtención de forrajes destinados a la cría. El último reporte de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) alerta que, si bien durante el otoño pasado se recuperó el crecimiento de la vegetación en buena parte del país, hay zonas en donde persisten las anomalías negativas, que el mes pasado llegaron a Córdoba, San Luis, el sur de Santa Fe y Buenos Aires, sectores que pasaron todo el otoño y el invierno con escasos aportes de lluvias, algo que no cambiaría en el trimestre final del año.

De esta forma, “el clima plantea una nueva incógnita en la planificación de la rotación de los cultivos para la campaña 24/25, como así también para la planificación forrajera de las ganaderías”, concluye el informe CREA.

LAS HORTALIZAS, POR AHORA, EN UN RANGO ACCESIBLE

“Lo bueno hoy es que tenemos todos los artículos en baja para que la gente pueda consumir. Creo que eso es positivo y que los números también deberían ayudar al bolsillo, porque la gente no tiene mucho para gastar” Sintetiza Héctor Pestrin: “así que, si vas a una verdulería hoy, repasá los precios y, si los comparas con los de hace 20 o 30 días, verás que los valores son mucho más bajos. Veremos una tendencia en la que los precios se regulen más por el consumidor que por la producción, porque no hay forma de aumentar la producción. Si tenemos un espiral en todo el país, en toda la actividad, cada vez se produce menos, los costos son más altos, la gente consume menos, y por lo tanto, es un espiral que se va autoconsumiendo: menor consumo, menor valor; menor valor, menor consumo. Es una cuestión de reinversión”.

Los productores confían en tener una campaña primaveral exitosa

 

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