En las redes del delito: la trama de las dos viudas negras que atacaron a un jubilado en La Plata

El pasado martes por la noche, un jubilado de 73 años se convirtió en la víctima de un violento robo perpetrado por dos mujeres, en lo que constituye el tercer caso protagonizado por ladronas que utilizan la artimaña de la “viuda negra” para engañar a sus víctimas en La Plata.

La semana pasada, en distintos episodios, dos hombres de 49 y 48 años fueron timados por jóvenes de 19 y 20 años, respectivamente, que tras dormirlos, vaciaron sus domicilios.

Todo apunta a que, a diferencia de los anteriores episodios que se desencadenaron a partir de contactos iniciados a través de la popular app de citas Tinder, en esta ocasión el “arreglo” del encuentro se concretó vía telefónica.

Según los reportes preliminares, el jubilado habría invitado a las dos mujeres, una de 40 años y la otra aproximadamente de 25, a su departamento ubicado en 49 entre 18 y 19, con la intención de mantener un encuentro sexual.

Movido por la ilusión de una velada especial, compartieron bebidas alcohólicas que, sin saberlo, terminaron siendo adulteradas

Todo parece indicar que, mientras el hombre se ausentó un momento del lugar en el que estaban compartiendo para dirigirse al baño, una de las invitadas introdujo un somnífero en la bebida de su incauto anfitrión, anulando así de manera total su conciencia.

En cuestión de minutos, el damnificado cayó desplomado. Así, vencido por el sopor, fue trasladado a su habitación y en ese lugar terminó siendo atado con cables hallados en su propia casa.

Con respecto a la siguiente escena caben al menos tres posibilidades. O bien el somnífero se encontraba en mal estado, o utilizaron una dosis muy baja o el lapso de tiempo que emplearon para registrar la casa fue extenso.

Lo cierto es que una vez que el efecto del somnífero empezó a desvanecerse y el hombre despertó, descubrió que estaba atado con cables en su propia habitación.

Con un tremendo esfuerzo, el hombre logró liberarse de sus ataduras y se dispuso a enfrentar a las mujeres, quienes estaban en otra habitación hurgando entre los cajones.

Al ver la reacción del hombre, la apuntada como “la más joven” decidió escapar de la escena. Todo apuntaba a que su secuaz haría lo mismo.

Sin embargo, la situación se tornó violenta cuando ésta agredió brutalmente al jubilado. Una botella de whisky se convirtió en instrumento de agresión, lacerando al señor de edad avanzada y provocándole una hemorragia alarmante.

Transcurridos unos minutos, el hombre recuperó la conciencia y quiso volver a enfrentar a la ladrona, que aún continuaba en el interior del departamento. Lejos de recular, ésta lo atacó con mayor ferocidad. En el mismo momento en el que el hombre era golpeado y pedía auxilio, ingresó un vecino al edificio, que oyó los ruidos.

Este hombre no se quedó tranquilo con lo que acababa de escuchar y fue así que llamó a la Policía. La rápida acción del vecino, alertando a las autoridades pertinentes, resultó crucial en el desenlace de este dramático hecho.

Al cabo de unos minutos, tras forzar la entrada al domicilio, los agentes redujeron a la sospechosa y trasladaron al hombre a un centro médico para su urgente atención.

La presunta responsable del violento asalto fue demorado y, se encuentra bajo custodia policial, mientras que el fiscal que tomó intervención en el caso, Juan Mennucci, ya solicitó su arresto formal por los delitos de "tentativa de robo en concurso real con tentativa de homicidio criminis causae". Mientras que la mujer que escapó es intensamente buscada por la Policía.

Al fundar su requerimiento, el fiscal expresó: "A fin de anclar el injusto contra la vida, tengo en especial consideración el elemento contundente utilizado para golpear a la víctima (una botella de whisky) en su cabeza (parte vital) a la par de que se trataba de una persona vulnerable". Y cerró diciendo: "Lo que me persuade de la intención homicida o, al menos, que se representó dicha posibilidad aceptándola o mostrándose indiferente".