Con Carrillo en este excelente nivel, el León siente que puede animarse a cumplir otro sueño

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Martín Mendinueta

@firmamendinueta

Teniendo al mejor centrodelantero del fútbol argentino Estudiantes siente que puede animarse a concretar cualquier sueño.

En una noche sobresaliente de Pablo Piatti, Tiago Palacios y de Santiago Ascacibar, el notable artillero de Magdalena volvió a dejar un sello de enorme categoría para erigirse en el hombre más valioso del partido.

Al encuentro le sobró más de media hora porque el León desnudó las severas limitaciones de un rival que sólo mostró el acierto de anotar el primer gol de la noche, mucho ímpetu y poquito más.

Siempre serio (jamás sobró al rival por la diferencia obtenida) y con un concepto plenamente incorporado de lo que pretende hacer con la pelota en su poder, la criatura tutelada por Eduardo Domínguez dio un paso adelante sumamente valioso como para comunicar públicamente que está dispuesto a dar pelea por el primer puesto.

A partir del minuto 20 del segundo tiempo la principal demanda de los hinchas albirrojos fue que el DT sacara a Guido Carrillo para cuidarlo. Eso sintetiza la brutal diferencia que hubo entre el ganador y su vencido.

concepto y eficacia, la brutal diferencia a favor del Pincha

Newell’s sólo tuvo el valor del anticipo en la apertura del marcador, el resto fue todo de Estudiantes. Con mejor concepto de juego y mayor eficacia para llevar a cabo su propuesta basada en la tenencia y el pase siempre ambicioso, el campeón reinante redondeó una muy interesante primera etapa.

Con Carrillo, su arma letal, como abanderado del ataque, bien secundado por Luciano Giménez y Piatti, más el despliegue certero de Ascacibar como mediocampista adelantado, el León fue bastante más que su tan limitado como entusiasta rival.

el suspenso se esfumó rápido, con el tercer festejo albirrojo

Cuando el fondo leproso se equivocó feo permitiendo la segunda facturación de Carrillo, la incógnita sobre el final de la película se desvaneció por completo. El partidoestaba terminado cuando quedaban por jugarse más de cuarenta minutos, una eternidad.

La previa del cuarto gol visitante incluye una decisión a todas luces insensata. Palacios, que armó un desborde impactante, se vio beneficiado por el roce de la pelota en uno de los pies del juez de línea Raineri. Insólitamente, luego de revisar las imágenes convalidaron el gol y quedó flotando en el ambiente que eso fue un craso error del “ministerio arbitral” que estaba abocado a la tarea de impartir justicia.

¿Alguien puede imaginar lo que hubiera pasado si esa hubiese sido la jugada que definía el encuentro? El sentido común pedía a gritos anular la acción, pero Espinoza y sus colegas del VAR escribieron la nota penosa de la jornada.

Estudiantes iba a ganar de todas formas. Nada podía emparejar las acciones entre un equipo de fuertes atributos y otro limitado hasta en la básica tarea de elaborar pases certeros. El Pincha regresa disfrutando un triunfo de oro que la memoria albirroja guardará con cariño.

Estudiantes

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