El papá del bebé muerto prefirió el silencio y no declaró ante la fiscal
Edición Impresa | 9 de Agosto de 2024 | 01:35

Aún en medio de la conmoción por la muerte del bebito de 4 meses en La Plata, en un contexto de abandono familiar, durante las últimas horas Matías Ezequiel Recaldes (24) y Rocío Ángela Acosta (19), padres del la criatura fallecida, fueron recibidos por la fiscal que lleva adelante la causa, Cecilia Corfield. De acuerdo a lo revelado por fuentes judiciales a este diario, Recaldes prefirió llamarse al silencio y se negó a declarar, mientras que la madre, Acosta, pidió presentar un escrito y además, su defensa solicitó su excarcelación.
Según detallaron voceros, Acosta habría asegurado ser víctima de violencia de género por parte de su pareja, ambos acusados y procesados por el delito de “abandono de persona seguido de muerte”. Tal como reflejó este diario en ediciones anteriores, el pequeño murió el pasado martes en el hospital de Niños de La Plata.
De acuerdo a la información oficial a la que accedió este diario, la fiscal Cecilia Corfield tuvo por acreditado que “desde por lo menos el día 27 de mayo de 2024 (...) sus padres, Matías Ezequiel Recaldes y Rocío Ángela Acosta, abandonaron a su suerte a su propio hijo, sin brindarle la atención, higiene y alimentación mínima necesaria para su crecimiento e integridad psicofísica, quien además por su corta edad -había nacido el día 16 de marzo de 2024- se encontraba imposibilitado de hacerse valer por sí mismo y por el que debían velar y resguardar, a quien además le efectuaron golpes en la zona de la cara y la cabeza, situación que se mantuvo hasta el día 5 de agosto pasado, alrededor de la hora 20.00, momento en que es trasladado por su madre y un vecino al hospital, en virtud de encontrarse sin signos vitales, por presentar un paro cardiorrespiratorio”.
“El niño tenía un peso de solo 3 kilos, se encontraba pálido, con bajas pulsaciones, temperatura baja, con condiciones incompatibles con la vida”, explicaron voceros. Cabe recordar que el miércoles se conoció el resultado de la autopsia preliminar. El estudio reveló “congestión y edema pulmonar”.
Cabe indicar que la Justicia ordenó la detención de ambos padres, no por “homicidio agravado”, sino por “abandono de persona seguido de muerte”. Las fuentes aseguraron que la calificación del caso cambió debido a que los investigadores no encontraron relación directa entre los golpes y la muerte del pequeño, sino que todo se desencadenó como consecuencia del contexto social, económico y hasta educativo, en el que estaba inserto.
Fue el juez Agustín Crispo quien convalidó el requerimiento y puso a los progenitores tras las rejas.
Un informante citó además que “ambos parecían ajenos a la situación que estaban viviendo, no mostrando culpa ni dolor. Se encontraban visiblemente sucios, pareciendo más preocupados por las consecuencias mediáticas de lo que estaba pasando, que en la vida de su hijo”. En un contexto de vulnerabilidad extremo, las circunstancias que rodearon a la muerte de la criatura, causan escozor.
Por último trascendió que la relación de pareja llevaba varios años y contaron que una vez, enojado por los llantos del bebé, el padre presuntamente le arrojó con la jarra de una licuadora.
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