Un método disruptivo desde la psicología
Edición Impresa | 8 de Septiembre de 2024 | 08:50

Criar adolescentes es un desafío complejo que pone a prueba a los padres en diferentes niveles. En un mundo que cada vez parece más exigente y lleno de estímulos, las emociones y la salud mental de los jóvenes se ven profundamente afectadas. Lisa Damour, psicóloga y autora reconocida en el ámbito de la adolescencia, ha ganado popularidad entre las familias por su enfoque equilibrado y respaldado por investigaciones científicas. Damour sostiene que la salud mental no consiste en evitar las emociones negativas, sino en gestionar correctamente los sentimientos adecuados en el momento adecuado.
Para Damour, es fundamental que los adolescentes encuentren maneras saludables de expresar sus emociones. No todos lo hacen a través del lenguaje, algunos prefieren actividades físicas o creativas que les permitan procesar lo que sienten. Lo importante, según ella, es que estas estrategias de afrontamiento no sean dañinas ni para ellos mismos ni para su entorno.
Uno de los aspectos que más preocupa a los padres es la ansiedad de sus hijos, especialmente cuando está relacionada con el rendimiento académico o las interacciones sociales. Damour explica que no toda ansiedad es perjudicial. De hecho, una dosis de ansiedad puede ser beneficiosa, ya que actúa como un sistema de alerta natural que nos ayuda a enfrentar amenazas o desafíos. Sin embargo, cuando la ansiedad aparece sin una amenaza real o se vuelve desproporcionada, puede afectar negativamente la vida del adolescente.
En situaciones en las que los jóvenes se sienten abrumados por las demandas escolares o sociales, Damour aconseja a los padres que evalúen si sus hijos están descansando lo suficiente y si tienen tiempo para recuperarse entre los momentos de estrés. El equilibrio es clave para evitar el agotamiento y las consecuencias negativas en su bienestar emocional.
Otro tema central es el rol de los padres en la vida de los adolescentes. Damour advierte contra la sobreprotección y el control excesivo, proponiendo en su lugar un enfoque más parecido al de un entrenador que guía y apoya a sus hijos mientras les permite resolver sus propios problemas. Este enfoque ayuda a los adolescentes a desarrollar habilidades de independencia, algo esencial para su crecimiento personal.
La autora subraya que, aunque la crianza de adolescentes puede ser aterradora, es posible mantener el control y apoyar su desarrollo emocional sin caer en la desesperación. Los padres deben estar atentos a las señales de alerta, como cambios drásticos en el estado de ánimo o comportamientos autodestructivos, pero también deben confiar en que sus hijos tienen la capacidad de enfrentar los desafíos de la vida con el apoyo adecuado.
En última instancia, Damour invita a los padres a ser pacientes y comprensivos, reconociendo que la adolescencia es un período de transición tanto para los hijos como para ellos.
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