Sesenta: el número de tragedias viales en 2025

La estadística marca una aceleración de casos y, a este ritmo, muy probablemente se superen las cifras del año anterior, que cerró con 64 muertes. Las motos encabezan la estadística por lejos. Crece la preocupación

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La inseguridad vial se ha convertido en una tragedia silenciosa en la región de La Plata, Berisso y Ensenada. Según el relevamiento que lleva adelante este diario, en lo que va de 2025, ya se registraron 60 muertes por incidentes de tránsito. El número no solo impacta por su magnitud, sino porque evidencia un deterioro sostenido en la convivencia urbana y una ausencia de políticas efectivas de prevención. Y, a este ritmo sostenido de eventos callejeros, seguramente se supere la cifra de 64 fallecimientos con la que cerró en 2024.

Si bien en cada distrito se puede demarcar cuáles son las principales arterias, las de mayor movimiento, a esta altura del debate se puede concluir que no es cuestión de calles o zonas de mayor impacto, porque el factor humano, la negligencia a la hora de conducir o la inobservancia de las normas, se replica por todos lados.

En la mayoría de los casos, las víctimas son motociclistas o acompañantes. Y los registros son contundentes al respecto, ya que de la totalidad de casos, 34 viajaban en un rodado de estas características. Es decir el 56 por ciento.

A la hora de buscar las causas de esta realidad tan preocupante, los especialistas en seguridad vial coinciden en que tres factores se repiten en casi todos los siniestros fatales: velocidad excesiva, consumo de alcohol y uso del celular al volante.

Pese a los controles esporádicos, los test de alcoholemia siguen arrojando resultados alarmantes, sobre todo durante los fines de semana.

A ello se suma un fenómeno preocupante: los siniestros en moto no paran.

Siempre a decir de los expertos, la falta de casco, la conducción temeraria y el transporte de más de dos personas en el mismo rodado son prácticas comunes.

Esto precisamente es lo que acaba de pasar en Ensenada, donde una pareja viajaba en moto con sus dos hijas de 1 y 2 años.

Lamentablemente nadie llevaba protección en la cabeza y una maniobra que ahora se analiza judicialmente, provocó una caída y la muerte de un hombre de 55 años, que trabajaba como inspector municipal en nuestra ciudad.

Sin dudas, la estructura vial platense, pensada hace décadas para un tránsito mucho menor, no resiste el crecimiento vehicular actual.

Las calles se tornan cada vez más angostas, los semáforos desincronizados y la carencia de ciclovías seguras agravan el panorama.

Mientras tanto, los peatones quedan relegados en el esquema: cruces inseguros, rampas inexistentes y veredas destruidas hacen del simple acto de caminar una aventura peligrosa.

Cada accidente deja detrás un drama familiar. Padres que pierden hijos, chicos huérfanos, trabajadores que no regresan a casa. Los hospitales locales, como el San Martín y el Gutiérrez, registran un aumento constante de ingresos por traumas viales.

Médicos del área de emergencias describen escenas repetidas: jóvenes politraumatizados, motociclistas sin protección, autos volcados tras un “simple” exceso de velocidad.

A pesar de las campañas o acciones esporádicas, las estadísticas muestran que el cambio cultural no llega. Los expertos reclaman controles permanentes, educación vial sostenida y sanciones ejemplares para quienes violan las normas.

El tránsito en La Plata ya no es solo un problema urbano: es un reflejo de una sociedad que parece haberse acostumbrado al riesgo. Sesenta muertes en diez meses no son solo números: son vidas truncas y familias destruidas. Y si nada cambia, el 2025 puede convertirse en uno año más que cerrara con los datos en rojo.

Cabe destacar que de las 60 muertes, 48 ocurrieron en La Plata, siete en Ensenada y las cinco restantes en Berisso.

 

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