La contactaron por messenger y se quedó sin plata
Edición Impresa | 13 de Octubre de 2025 | 02:01

Una vecina de Ensenada fue víctima de una estafa virtual que dejó al descubierto una modalidad cada vez más común: el uso de perfiles falsos en redes sociales para engañar a usuarios desprevenidos. El episodio ocurrió el 8 de octubre, cuando la mujer, de 46 años, intentó hacer una recarga telefónica y, al no poder concretarla, buscó ayuda en la página oficial de una empresa de telefonía móvil en Facebook. Sin sospechar que detrás había delincuentes, recibió poco después una llamada por Messenger que la conduciría a perder todos sus ahorros.
Según pudo saber este diario, del otro lado de la pantalla se presentó un supuesto representante del servicio técnico, con un tono convincente y una actitud de aparente profesionalismo. Le pidió validar su identidad y descargar una aplicación llamada Claro Pay, asegurándole que era necesaria para resolver el inconveniente. La víctima obedeció las instrucciones paso a paso. En la pantalla aparecieron sus datos personales, lo que reforzó su confianza. Sin embargo, al finalizar el procedimiento, le indicaron desinstalar la aplicación. No pasaron más de unos minutos hasta que, al ingresar a su home banking, notó que su cuenta había quedado vacía.
Lo que siguió fue una secuencia de desesperación e impotencia. Al revisar los movimientos, comprobó que se habían realizado múltiples transferencias por montos que no reconocía. En total, los ladrones lograron apropiarse de más de 4 millones de pesos correspondientes a su sueldo y a los ahorros de meses de trabajo.
Los investigadores sospechan que se trata de una banda dedicada a realizar estafas virtuales mediante ingeniería social: utilizan identidades falsas, logotipos oficiales y sistemas de mensajería para ganarse la confianza de las víctimas y lograr que estas entreguen información sensible. Una vez que consiguen acceso a sus cuentas o contraseñas, ejecutan transferencias inmediatas hacia cuentas intermediarias. La velocidad con que actúan y la coordinación entre varios miembros dificultan el rastreo.
En este caso, los especialistas intentan seguir la ruta digital del dinero y analizar los registros de la aplicación Claro Pay, utilizada como señuelo. La llamada por Messenger y los datos de conexión podrían servir como punto de partida para rastrear a los responsables. Los investigadores no descartan que los autores formen parte de un grupo más amplio con operaciones en distintas provincias.
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