Liam Payne: una muerte rodeada de preguntas

A un año del trágico fallecimiento del ex One Direction en un hotel porteño, su familia todavía espera Justicia. En Argentina, la causa pasó de un tribunal a otro y no hay fecha de juicio para los únicos dos imputados

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A un año de la muerte de Liam Payne en un hotel de Buenos Aires, la familia aún espera justicia y las incógnitas sobre lo ocurrido en sus últimas horas siguen abiertas. ¿Quién debió asistirlo? ¿Por qué no se pidió ayuda a tiempo? ¿Quiénes fueron los verdaderos responsables? Mientras tanto, de los cinco imputados originales solo hay dos personas detenidas acusadas de haberle vendido estupefacientes, y el caso se mantiene estancado, sin fecha de juicio oral, en medio de traslados entre tribunales.

La tarde del 16 de octubre de 2024, un llamado al 911 alertó sobre una situación grave en la habitación 310 del hotel CasaSur. “Tenemos a un huésped que está sobrepasado de droga y alcohol... Cuando está consciente está rompiendo toda la habitación. Necesitamos que manden a alguien, por favor”, decía el empleado del hotel. Tres minutos más tarde, Liam Payne, de 31 años, cayó desde el tercer piso y murió en el acto.

La autopsia reveló que sufrió politraumatismos y hemorragias tras caer 12 metros. En su cuerpo había rastros de alcohol, cocaína y antidepresivos, consumidos durante al menos tres días. El cantante ya había mostrado signos alarmantes: bajó dos veces al lobby, primero tras un ataque de ira en el que destruyó su computadora portátil, y luego tras sufrir convulsiones. En ambas ocasiones, fue acompañado de regreso a su habitación sin recibir atención médica.

Payne había llegado a Buenos Aires el 30 de septiembre con su novia Kate Cassidy, con la intención de renovar su visado estadounidense y asistir al show de su ex compañero Niall Horan. La noche del 2 de octubre fue visto cantando y bailando en el Movistar Arena, sonriente, cercano a los fans. Su vida pública parecía estable, pero en lo privado, su lucha contra las adicciones se intensificó tras la partida de Cassidy el 12 de octubre. Quedó solo en la ciudad y, según la investigación judicial, incrementó el consumo de sustancias y mantuvo conductas erráticas.

El fiscal Andrés Madrea sostiene que Payne consiguió cocaína en al menos cuatro oportunidades, con dinero entregado por su manager. Acusa a Brian Nahuel Paiz, mozo en un restaurante de Puerto Madero, de haberle vendido droga en dos ocasiones el 14 de octubre: una por la mañana, en su propio domicilio, y otra de madrugada, en la habitación del hotel, donde permaneció hasta pasadas las 8. También acusa a David Pereyra, entonces empleado del hotel, de haberle vendido cocaína entre el 15 y el 16.

Ambos imputados están detenidos desde enero. Paiz niega las acusaciones. Sus abogados sostienen que no hay pruebas de venta de droga y denuncian que fue usado como “chivo expiatorio”. Aseguran que en los mensajes entre Paiz y Payne no se habla de dinero ni de narcóticos. En el caso de Pereyra, un testigo aseguró haberlo visto con 100 dólares destinados, supuestamente, a la compra de droga para un huésped.

En paralelo, la actuación del personal del hotel CasaSur también es cuestionada por fans y allegados. ¿Por qué no se pidió ayuda médica antes? ¿Por qué lo subieron a la habitación tras sufrir convulsiones en público? La justicia retiró las imputaciones contra la gerenta del hotel, Gilda Martín, y el jefe de recepción de ese día, Esteban Grassi. Esa decisión provocó enojo y frustración.

La causa fue pasando de la justicia nacional a la de la ciudad de Buenos Aires, y luego volvió al punto de partida tras una apelación. Hoy está en manos del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº 30, pero aún no hay fecha para el juicio. La última palabra la tendrá el Tribunal Superior de Justicia.

Frente al hotel, fans de distintas partes del mundo mantienen un altar con flores, velas y fotos. En palabras de Valeria Riosa, administradora del grupo Forever LP Latam: “Lo del hotel fue negligencia. ¿Por qué lo suben si estaba descompuesto? Nadie lo puede responder porque se mandaron una cagada”.

HOMENAJES

Hoy, 16 de octubre, fans de Liam se reunirán frente al hotel CasaSur en Recoleta, donde ocurrió la tragedia. Preparan un homenaje con velas, fotos, flores y canciones. La consigna es mantener vivo su recuerdo, en silencio y con respeto.

Del otro lado del océano, en el Cementerio Británico, donde fue velado su cuerpo, permanece un buzón rojo que aún recibe cartas para su familia. Cerca, un banco verde conmemorativo lleva grabadas las letras de una de sus canciones: “You and me got a whole lot of history, so don’t let it go, we can make some more. We can live forever”. Una promesa de memoria eterna para quienes aún lo extrañan.

 

 

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