La libreta sanitaria, una medida ideal para la salud pública
Edición Impresa | 19 de Octubre de 2025 | 02:48

El informe médico acerca de que el cáncer de mama provoca 6.000 muertes por año en nuestro país y de que falta información para prevenir esa enfermedad, ya que sólo cuatro de cada diez mujeres argentinas tiene conocimiento suficiente para cuidar su salud mamaria, deja a la vista una conclusión que excede los alcances de esa enfermedad y que exhibe la falta de seguimiento y de conocimientos existentes en la población, acerca de los cuidados médicos que debe tomar a lo largo de la vida.
En el caso concreto del cáncer de mama, en la Argentina se diagnostican anualmente unos 22 mil casos nuevos y si hubieran sido detectados a tiempo podría curarse más del 90 por ciento de esos.
En realidad, la falta de conocimientos preventivos médicos se visibilizó en forma dramática en los últimos años, cuando la aparición del Covid-19 encontró a una población que ignoraba principios sanitarios básicos de higiene y esa realidad pudo haber acentuado aún más la consecuencias de la pandemia.
Sin descalificar las políticas de salud pública vigentes, el problema de fondo radica en la falta de existencia en nuestro país de una libreta sanitaria por cada habitante. En ese documento –vigente en muchos otros países- debieran figurar constancias de las distintas vacunaciones, de cada uno de los chequeos médicos periódicos o intervenciones realizadas y otras referencias de las historias clínicas.
La principal ventaja de contar con una libreta sanitaria residiría en consolidar en la población la vigencia de una cultura sanitaria de índole preventiva. El hecho de que sólo cuatro de diez mujeres en el país digan que tienen conocimientos suficientes sobre cómo cuidar su salud mamaria –en cuanto a las prácticas y consultas que deben seguir para reducir riesgos, o sobre detección temprana, diagnósticos y tratamientos- habla en forma elocuente sobre un déficit colectivo de conocimientos sanitarios muy preocupante.
Resultaría ser valioso que se imponga en el país un sistema de controles masivos de salud para la población de toda edad. Como se sabe, cada vez cobra mayor valor la realización de chequeos médicos preventivos, especialmente como método de detección temprana de muchas enfermedades.
Sabido es que sólo en el caso de los varones, antes existía la instancia del servicio militar obligatorio, que abría la posibilidad de realizar al menos un examen de tipo físico al universo de los jóvenes de 18 ó 20 años de edad. Ahora sólo resta el muchísimo más restringido examen físico prenupcial que se les requiere a quienes se van a casar, que en modo alguno puede ser asimilado a los controles sanitarios periódicos que sí se realizan en los países desarrollados. Está claro, entonces, que la alternativa de la libreta sanitaria debiera ser analizada por las autoridades.
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