Qué gobierno endeudó más a los argentinos en los últimos 20 años
Edición Impresa | 19 de Octubre de 2025 | 03:37

Esteban Pérez Fernández
eperezfernandez@eldia.com
Según datos oficiales y privados, las administraciones de Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández aumentaron el stock de deuda, mientras que el actual gobierno muestra, por primera vez en dos décadas, una reducción del endeudamiento neto. Sin embargo, las diferencias metodológicas entre fuentes impiden una lectura única del fenómeno.
Desde diciembre de 2023, el gobierno de Javier Milei logró reducir la deuda bruta en 36.560 millones de dólares, según revela un informe de la Fundación Libertad y Progreso en base a datos del Ministerio de Economía de la Nación y del Banco Central. Se trata de un hecho inusual en la historia reciente de la economía argentina, donde cada gestión previa había dejado un nivel de endeudamiento superior al que recibió.
De acuerdo con los datos de esa entidad, los números son claros: durante el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner la deuda aumentó en 36.217 millones de dólares, en su segundo período lo hizo en 74.908 millones, sumando en total 111.126 millones de dólares en ocho años. El gobierno de Mauricio Macri incrementó el pasivo en 73.976 millones, mientras que el de Alberto Fernández registró el salto más pronunciado, con 160.688 millones de dólares adicionales.
En contraste, la actual gestión -que comenzó en diciembre de 2023- muestra una baja neta del stock de deuda. Iván Cachanosky, economista jefe de Libertad y Progreso, explicó que “de las últimas cinco administraciones, la de Javier Milei es la única que redujo la deuda bruta. Las anteriores, sin excepción, la aumentaron”.
Según la Secretaría de Finanzas de la Nación, la deuda total de la Administración Central cerró septiembre en 452.000 millones de dólares, con una leve caída de 199 millones frente a agosto. El 56% de ese total corresponde a instrumentos en moneda extranjera -unos 251.000 millones de dólares- mientras que el resto está emitido en pesos y otros instrumentos ajustables por inflación o por tipo de cambio.
El 76,7% del total está compuesto por títulos y letras del Tesoro, incluidos los Bonares y Globales surgidos del canje de 2020, y las Lecap, bonos en pesos cuyo mecanismo de capitalización de intereses genera controversias entre los analistas. Los organismos internacionales, como el FMI, el Banco Mundial, el BID y la CAF, concentran el 21,8% del total, mientras que los adelantos transitorios del Banco Central apenas representan el 0,7%.
Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, destacó que el actual esquema marca una diferencia con el pasado: “Los gobiernos anteriores colocaban Letras Intransferibles para apropiarse de las divisas del Banco Central, lo que equivalía a saquear reservas. Hoy eso no sucede. El Tesoro solo puede acceder a divisas si las compra en el mercado o consigue crédito genuino”.
El reciente swap de monedas con Estados Unidos -por unos 20.000 millones de dólares- no constituye un nuevo endeudamiento, ya que se trata de un intercambio temporal de divisas entre bancos centrales. Argentina recibe dólares y entrega pesos por el mismo valor, registrando simultáneamente un activo y un pasivo equivalente.
“El swap no financia al Tesoro, sino que fortalece las reservas del Banco Central y brinda poder de fuego para estabilizar el tipo de cambio”, precisó Abram. “Si se usa, genera intereses, pero mientras permanece disponible no tiene costo. Es una herramienta de contingencia, no de financiamiento del gasto público.”
El Gobierno sostiene que, con equilibrio fiscal y disciplina monetaria, el swap funciona como un seguro para evitar tensiones cambiarias y mantener la inflación controlada.
No todas las fuentes coinciden sobre el grado de desendeudamiento. Mientras la Fundación Libertad y Progreso contabiliza la reducción neta de deuda incluyendo los pasivos remunerados del Banco Central, el INDEC y el Ministerio de Economía informan que la deuda externa bruta total alcanzó 305.043 millones de dólares al cierre del segundo trimestre de 2025, lo que implica un aumento de 23.783 millones (+8,5%) frente al trimestre anterior.
Esa suba, según el organismo estadístico, se explica principalmente por los préstamos recibidos del FMI y otros organismos internacionales, por un total de 18.480 millones de dólares, además del incremento del endeudamiento del Banco Central y de las empresas privadas.
Medida a valor de mercado, la deuda externa ascendió a 284.905 millones de dólares, es decir, 24.669 millones más que en el trimestre previo. La diferencia entre ambas mediciones (valor nominal y valor de mercado) refleja el impacto de las variaciones en los precios de los bonos y en el tipo de cambio.
La deuda con el FMI representa actualmente 55.171 millones de dólares.
Esa cifra implica un aumento de casi 14.000 millones en comparación con comienzos del año. El BID mantiene créditos por 18.089 millones, mientras que la CAF también amplió su exposición.
El crecimiento del endeudamiento en los primeros meses del año, según el INDEC, refleja la estrategia del Gobierno de recurrir a organismos multilaterales para cumplir con sus compromisos externos y evitar tensiones en el mercado local. Sin embargo, desde el punto de vista de las finanzas públicas, la administración Milei sostiene que no hay incremento neto, ya que el Tesoro no gasta más de lo que recauda e incluso muestra superávit financiero.
“El Tesoro hoy gasta menos de lo que ingresa, incluidos los intereses de la deuda”, afirmó Abram. “Por eso solo necesita refinanciar vencimientos de capital, sin emitir deuda adicional”.
La diferencia entre las fuentes radica, entonces, en cómo se computan los préstamos de organismos internacionales, las variaciones del tipo de cambio y la deuda del Banco Central. Los datos oficiales indican que, al comparar septiembre de 2025 con igual mes de 2024, el stock total de deuda cayó 6.083 millones de dólares, aunque esa baja se concentra en los pasivos en moneda extranjera y en pesos.
En los últimos 20 años, Argentina alternó períodos de expansión y contracción de deuda, con hitos como el canje de 2005 (presidencia de Néstor Kirchner), la reapertura de 2010 (Cristina Fernández), el endeudamiento con el FMI en 2018 (Mauricio Macri) y la reestructuración de 2020 (Alberto Fernández). En ese recorrido, la deuda bruta del Estado nacional pasó de 145.000 millones de dólares en 2007 a más de 450.000 millones en la actualidad.
A diferencia de sus antecesores, el gobierno de Milei intenta sostener un sendero de reducción gradual del endeudamiento neto y de mayor transparencia contable, en un contexto de restricciones externas y escasa confianza internacional, sostiene Libertad y Progreso, aunque es público el endeudamiento con el FMI y otros organismos internacionales.
Aun así, el debate sobre la sostenibilidad de la deuda sigue abierto. Mientras las cifras oficiales muestran una baja marginal en el stock total, el incremento de la deuda externa bruta y la exposición al FMI revelan que el problema estructural persiste: la economía argentina continúa dependiendo del crédito externo para sostener su equilibrio financiero.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE