Celos y venganza: le gatillaron a un barbero, pero la bala no salió

La víctima, que trabaja a domicilio, fue citada por redes. Los atacantes querían hacer pasar el hecho como un robo

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El hecho ocurrió en la tarde del miércoles en un sector de Altos de San Lorenzo. Un barbero, que se gana la vida realizando cortes tanto en su casa como a domicilio, se convirtió víctima de una brutal emboscada, que comenzó con una aparente cita laboral y terminó con disparos y amenazas.

Días antes, había sido contactado por un perfil de Instagram, desde donde le solicitaron un corte de pelo a domicilio.

Sin sospechar la trampa, el trabajador accedió a concretar el servicio y fue citado en la dirección, donde más tarde viviría el violento ataque.

Cerca de las 15.40, el hombre llegó al punto acordado, en 24 entre 74 y 75, en su bicicleta, como hacía habitualmente en sus visitas laborales.

Envió un mensaje al supuesto cliente avisando que ya estaba en la puerta. En cuestión de segundos, la calma del barrio se quebró.

Una motocicleta roja apareció en contramano, avanzando con velocidad por la calle angosta. A bordo iban dos hombres.

Uno de ellos descendió sin titubear, con el casco en la mano, y lo golpeó directamente en la cabeza.

El impacto lo dejó aturdido, pero alcanzó a ver cómo el conductor también bajaba y se sumaba a la agresión.

El barbero intentó cubrirse el rostro con los brazos mientras retrocedía hacia la vereda, sin entender del todo qué estaba pasando.

La situación se volvió más violenta cuando uno de los atacantes, el acompañante, sacó un arma de fuego.

“Sentí el clic del gatillo, pensé que ahí se terminaba todo”, habría dicho luego el trabajador. El primer disparo no salió, y ese instante de suerte le permitió correr.

Mientras escapaba, dos detonaciones retumbaron entre las paredes del barrio. Luego el ruido de una fuerte acelerada.

Algunos vecinos escucharon los tiros y salieron a la vereda, pero los agresores ya se estaban alejando. Según indicó un testigo, el acompañante llevaba una bicicleta, la del barbero, y huyeron en dirección a calle 76, hasta desaparecer del lugar.

El damnificado, todavía en shock, corrió varias cuadras antes de detenerse. Tenía la cabeza dolorida por el golpe del casco, pero no había heridas de bala.

Minutos después, recuperado del susto, comenzó a unir las piezas: conocía a los dos atacantes. Uno de ellos era pareja de una mujer allegada a su familia, y el otro, un conocido amigo de este. En los últimos tiempos, el primero lo había insultado y amenazado por celos, convencido de que existía algo entre su novia y el barbero. Esa rivalidad habría sido el verdadero origen de la emboscada.

La historia no terminó con la huida. Al día siguiente, el trabajador recibió nuevas amenazas a través de Instagram, desde el mismo perfil que había utilizado para tenderle la trampa. El mensaje era directo y perturbador: “No te metas con Bianca, por ella te vuelo el coco”. La advertencia confirmó que detrás del ataque había una cuestión personal y que el robo de la bicicleta fue, probablemente, un accesorio del conflicto.

El hecho fue caratulado como robo calificado y amenazas. La víctima no cuenta con testigos directos ni cámaras que registren lo ocurrido, pero brindó los nombres de los agresores y la descripción de la moto utilizada. Los investigadores intentan ahora dar con los sospechosos y esclarecer si la emboscada fue premeditada o un impulso violento que terminó saliéndose de control. Mientras tanto, el barbero -que solo buscaba trabajar- quedó marcado por una tarde que pudo terminar en tragedia.

 

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