VIDEO.- Piñas van, piñas vienen: batalla campal en el clásico de San Isidro empañó la fiesta del rugby

 

El San Isidro Club (SIC) se impuso por 13 a 9 ante su histórico rival, el CASI, en un disputado clásico que definió al primer finalista del URBA Top 12. Con esta victoria en "La Catedral" de San Isidro, el equipo de la Zanja aseguró su lugar en el partido decisivo, donde enfrentará a Newman, en busca del título.

El encuentro, caracterizado por una intensa presión defensiva, se mantuvo cerrado y con el marcador ajustado hasta el final. Sin embargo, el desenlace se vio empañado por incidentes de violencia entre las parcialidades, que incluyeron una invasión del campo de juego y una serie de enfrentamientos físicos.

El primer tiempo transcurrió con dominio de las defensas y el resultado se construyó exclusivamente con penales. El apertura del SIC, Santiago Pavlovsky, acertó dos patadas, mientras que Juan Akemeier descontó para el CASI, dejando el parcial 6-3 a favor de los visitantes.

En el complemento, el CASI revirtió temporalmente el marcador gracias a dos penales más de Akemeier, colocando el 9-6.

El punto de inflexión llegó a mitad del segundo tiempo, cuando el pack de forwards del SIC montó un potente maul cerca del ingoal local. En la acción, el jugador Andrea Panzarini fue tackleado de manera ilegal (tackle alto) por Felipe Hileman, lo que llevó al árbitro a sancionar un try-penal a favor del SIC y tarjeta amarilla para Hileman. El resultado se puso 13-9 y el CASI quedó con un hombre menos.

A pesar de contar con una nueva oportunidad de penal para acortar distancias, Akemeier falló el remate, diluyendo las últimas esperanzas de remontada del equipo anfitrión. El SIC se replegó eficazmente en defensa para asegurar la ventaja hasta el pitazo final.

Piñas van, piñas vienen

Al concluir el encuentro, la frustración de la parcialidad local desató una escalada de violencia. Inmediatamente después del pitazo, un grupo de aficionados del CASI invadió el campo de juego y se dirigió hacia la zona de la visita. La situación se desbordó rápidamente, extendiéndose a las tribunas, donde se registraron agresiones, insultos y feroces cruces a trompadas, resultando en varios asistentes con heridas visibles.

Con este triunfo, el San Isidro Club alcanza su quinta final en las últimas seis temporadas, consolidándose como una potencia en el rugby de Buenos Aires. El CASI, por su parte, lamentó la derrota en casa y los repudiables sucesos post-partido.

Casi SIC

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