El Encanto: el hotel que captura la esencia de Santa Bárbara

En lo alto de las colinas que abrazan la ciudad de Santa Bárbara, el hotel El Encanto despliega un escenario que parece suspendido entre el mar y las montañas. Perteneciente a la prestigiosa cadena Belmond, esta propiedad centenaria ha sabido conservar el espíritu de la California de principios del siglo XX mientras incorpora todas las comodidades del lujo contemporáneo. Su nombre no es una casualidad: basta cruzar su entrada para entender que cada rincón está pensado para seducir los sentidos.

Los jardines son el corazón del lugar. Senderos serpenteantes entre magnolias, camelias y glicinas conducen a terrazas panorámicas donde el Pacífico se extiende como un cuadro en movimiento. La brisa marina trae aromas de lavanda y romero, mientras los rayos de sol bañan las fachadas blancas de estilo colonial español. Al caer la tarde, el cielo se tiñe de rosas y naranjas, ofreciendo un espectáculo natural que se disfruta mejor con una copa de vino local en mano.

Sus vistas al pacífico hacen de este hotel un verdadero encanto

Las suites y búngalos mantienen la arquitectura original de 1918, pero con interiores renovados que combinan materiales nobles, tecnología discreta y una paleta de colores suaves que invita a la calma. Muchas habitaciones cuentan con patios privados, chimeneas y ventanales que enmarcan la costa. El resultado es un equilibrio perfecto entre el romanticismo histórico y el confort de un hotel cinco estrellas.

El restaurante, a cargo de chefs de renombre, rinde homenaje a la riqueza agrícola de la región. Productos frescos de granjas cercanas, pescados del día y vinos de los valles de Santa Ynez y Napa componen una carta que celebra la identidad californiana. Desayunar en la terraza mientras el sol ilumina el océano o cenar a la luz de las velas con vistas a las estrellas se convierte en una experiencia que trasciende lo gastronómico.

Más allá del descanso, El Encanto propone actividades para todos los gustos: tratamientos en su spa de inspiración botánica, recorridos en bicicleta por los viñedos, clases de yoga al aire libre o paseos por el centro histórico de Santa Bárbara, con sus misiones españolas y boutiques de diseño. La ubicación estratégica permite además visitar las playas cercanas, practicar surf o simplemente perderse por la pintoresca State Street.

Hospedarse en El Encanto es mucho más que pasar la noche en un hotel de lujo. Es sumergirse en la esencia de Santa Bárbara, un destino que combina la elegancia europea con el espíritu relajado de la costa oeste. Entre vistas inolvidables, historia viva y un servicio impecable, este refugio confirma que su nombre no podría ser más acertado: un verdadero encanto sobre el Pacífico.