Quién es el hombre detrás de la financiera vinculada a Chiqui Tapia, bajo la lupa por coimas y lavado

Se trata de Ariel Vallejo, quien quedó en el centro de la polémica y es investigado en una causa que mezcla negocios, poder político y vínculos con el fútbol argentino. Todos los detalles

Maximiliano Ariel Vallejo —conocido en ámbitos financieros simplemente como Ariel Vallejo— se convirtió en el centro de una investigación que mezcla negocios, poder político y vínculos con el fútbol argentino. Su empresa, Sur Finanzas, pasó de ser una pequeña firma barrial a construir una estructura con múltiples sucursales, servicios digitales y relaciones con clubes de primera división. Ese crecimiento acelerado hoy está bajo un fuerte escrutinio judicial y fiscal que apunta a presuntas maniobras de lavado de dinero, uso de prestanombres, movimientos irregulares en criptomonedas y posibles pagos de coimas.

Vallejo inició su actividad con apenas tres empleados en la zona sur del conurbano. En pocos años, Sur Finanzas sumó locales, servicios de préstamos, cambio de divisas, cajas de seguridad y una billetera virtual utilizada por pymes y comercios. Paralelamente, el empresario construyó una fuerte presencia en el ambiente del fútbol: se lo vio repetidamente en eventos deportivos, en fotos con dirigentes y con el propio Claudio “Chiqui” Tapia, mientras promocionaba su marca como herramienta financiera elegida por clubes y ligas.

Su empresa llegó incluso a figurar como sponsor en camisetas, estadios y torneos nacionales, consolidándose como actor recurrente en el ecosistema comercial de la AFA.

El origen de la causa: movimientos sospechosos por más de 6.000 millones

La investigación se disparó por una serie de reportes sobre operaciones inusuales. El foco está puesto en una empresa constructora que, en un lapso menor a un año, movió más de 6.000 millones de pesos, una cifra que no se condice con su capacidad operativa declarada. Detrás de esos montos, los investigadores identificaron un entramado financiero que incluye firmas vinculadas directa o indirectamente a Vallejo: casas de cambio, compañías agrícolas, droguerías, agencias marítimas y clubes deportivos.

En paralelo, se detectaron transferencias hacia sociedades donde el empresario comparte participación con familiares directos, lo que reforzó las sospechas de una estructura destinada a circular fondos cuyo origen no estaría suficientemente justificado.

Una parte sustancial del expediente está relacionada con el uso de criptomonedas. Sur Finanzas opera una plataforma digital que permite la compra, venta y transferencia de activos virtuales. Para los organismos de control, esta herramienta habría sido utilizada para mover grandes cantidades de dinero fuera del circuito tradicional.

Además, se identificaron vínculos entre esta operatoria y personas señaladas en otros expedientes por presunto uso de criptomonedas para desviar fondos públicos. Los allanamientos realizados en la sede de la financiera permitieron incautar documentación clave para reconstruir la secuencia de operaciones.

El sistema de “soldaditos” y préstamos a clubes

Otro de los puntos que llamó la atención de los organismos fiscales es la aparición de un grupo de monotributistas con ingresos formalmente muy bajos pero que, en la práctica, registraron movimientos bancarios y digitales por sumas extraordinarias.

En algunos casos, personas inscriptas en las categorías más bajas del régimen simplificado habrían manejado miles de millones de pesos en depósitos, transferencias y operaciones con criptomonedas. Para los auditores, estas personas no serían los beneficiarios reales del dinero, sino intermediarios utilizados para fragmentar las operaciones y alejar el rastro del origen de los fondos.

La relación entre Sur Finanzas y el fútbol también incluye el otorgamiento de préstamos a clubes de primera división. San Lorenzo aparece como uno de los ejemplos más contundentes: en poco más de un año habría recibido financiamiento por más de 1.900 millones de pesos, con tasas elevadas y condiciones contractuales que generaron debate interno.

Uno de los préstamos —firmado por casi 500 millones de pesos— generó una ganancia extraordinariamente rápida para la financiera, lo que fue advertido por autoridades de control del propio club. A raíz de estos movimientos, la dirigencia debió entregar información contable y documental para evaluar la legalidad y conveniencia de esas operaciones.

Patrimonio personal bajo análisis y el vínculo con Chiqui Tapia

Mientras avanza la investigación, también se analizan los bienes personales de Vallejo. Según documentación incorporada a la causa, en los últimos años realizó compras de dólares en montos significativos, adquirió vehículos de alta gama y habría constituido sociedades fuera del país.

Los investigadores también detectaron un uso intensivo de criptomonedas estables, con depósitos y retiros reiterados por cifras considerables. Estos movimientos contrastan con el perfil fiscal del empresario, que hasta hace pocos años se presentaba como trabajador individual con ingresos moderados.

En tanto, el vínculo personal y comercial entre Vallejo y Chiqui Tapia es uno de los elementos que genera mayor preocupación dentro del ambiente del fútbol. Si bien Tapia no es parte del expediente, su cercanía con el financista y la presencia de la marca Sur Finanzas en múltiples actividades oficiales lo ubican en una posición delicada.

Si las acusaciones avanzan, podrían derivar en un golpe reputacional para el titular de la AFA y en un mayor escrutinio sobre las relaciones entre dirigentes deportivos y empresas privadas que operan en rubros sensibles como las finanzas.

Un escándalo que recién empieza

El caso Vallejo expone una trama compleja en la que confluyen sociedades fantasma, billeteras digitales, criptomonedas, préstamos a clubes, monotributistas utilizados como pantalla y vínculos con funcionarios y dirigentes. Todo indica que la investigación será extensa y que podría derivar en nuevas líneas de indagación.

Para el fútbol argentino, el proceso abre un debate profundo sobre la transparencia financiera en los clubes y el rol de empresas que, al amparo del deporte, mueven volúmenes millonarios sin controles claros.

La figura de Vallejo, que durante años se movió con soltura entre dirigentes, empresarios y clubes, hoy se encuentra en el centro de un huracán judicial que podría redefinir la relación entre el fútbol y el poder económico en la Argentina.

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