El club Provincia y su gesta de “revivir” a puro pulmón vecinal

A pocos días de conseguir su personería jurídica, la institución busca volver a sus fuentes: vida social, historia regional y deportes

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En 1939, Altos de San Lorenzo era un barrio en formación: pastos altos, calles de tierra y casas dispersas entre lotes vacíos. En ese contexto nació el Centro de Fomento, Social, Cultural, Deportivo y Tradicionalista Provincia, una institución que durante décadas fue sinónimo de encuentro, actividades y pertenencia. Con los años, la actividad se fue apagando, pero nunca desapareció del todo. Hoy, un grupo de vecinos volvió a encender esa chispa y logró un paso clave para su futuro: la obtención de la personería jurídica, un reconocimiento que abre una nueva etapa para el histórico club de 15 entre 75 y 76.

“El club nació cuando un grupo de muchachitos, que no tenían dónde ir, pidieron permiso para usar un terreno y hacer deporte. Con el tiempo lo pudieron alquilar y formar algo más formal”, contó Eduardo Del Bueno, presidente de la institución.

Con los años, Provincia se convirtió en un centro tradicionalista que marcó época: para el Día de la Tradición llegaban carretas, caballos y delegaciones de Magdalena; los vecinos hacían noche en un enorme quincho y al día siguiente partían en fila rumbo al desfile en Plaza Moreno. “Acá venían diligencias antiguas, la gente almorzaba y el barrio se vestía de fiesta”, recordaron.

Más tarde, la vida social se amplió con jardín de infantes, fútbol infantil, talleres y actividades culturales.

“Esto estuvo acéfalo en algún momento, pero nunca se cerró. Siempre se votó y hubo actividades. Pero faltaba ese empuje para salir adelante”, remarcó Hernán Fabricio Viñas, vicepresidente.

En este marco, la regularización administrativa se volvió un desafío de casi dos décadas. “Sin personería jurídica es como si no tuvieras DNI: no podes hacer nada”, explicó Alberto Alba, presidente de la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas. Con ese “DNI institucional” - según gráfico- el club podrá abrir una cuenta bancaria, gestionar subsidios, rendir balances y garantizar seguros y cobertura para quienes participan. “Existir formalmente permite brindar seguridad, transparencia y acceso a programas; sin los papeles, el club no existe”, señaló Viñas.

“Un club es la vocación del servicio puro. No recibís nada a cambio. Tenes que sentir amor por lo que hacés porque es todo trabajo gratuito”, explicó Alba. Y agregó: “Nosotros como Federación siempre apoyamos y ayudamos pero tiene que haber vecinos comprometidos con el barrio y lo social”.

El proceso del Club Provincia incluyó ordenar libros de actas, comisiones directivas, asambleas, registros contables y toda la documentación requerida. “El club de barrio es lo fundamental, porque enseña y acompaña. Hay que atraer cada vez más chicos, para que no anden en la calle, ni en la droga”, sumó Del Bueno.

Hoy con 130 socios y una cuota accesible de $3.000 o $2.000 con alguna actividad, sus autoridades recuerdan que “estamos en un momento difícil y el club tiene que ayudar”.

Mientras esperan la entrega final de los libros, el club sigue proyectando talleres de oficios, clases de costura, tejido y la formación de una biblioteca para el 2026. Además, trabajan para terminar un salón de usos múltiples cuyo techo ya fue colocado.

En tanto, este sábado 29 de 9.30 a 16.30, organizarán una feria abierta con emprendedores y productores locales; gratuita y para todo el barrio. “Queremos que la gente vuelva a sentir el club como propio. Sin sentido de pertenencia no hay institución que se sostenga”, concluyeron las autoridades.

 

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