Abuso infantil: pidieron 50 años de prisión para el profesor de básquet

Con durísimos alegatos y pedidos de penas récord, el TOC Nº 1 de La Plata deberá determinar si Ponce es o no culpable

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En uno de los juicios más conmocionantes de los últimos años en La Plata, la Justicia se encamina hacia la definición del caso contra Gerardo Tomás Ponce, el ex profesor de básquet del Club Juventud acusado de abusar sexualmente de sus alumnos menores de edad. Tras una jornada de alegatos cargada de dolor, indignación y demandas de justicia, las querellas y la fiscalía pidieron penas que van desde los 20 hasta los 50 años de prisión. La sentencia se conocerá el 11 de diciembre.

El proceso se desarrolla ante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de La Plata, integrado por los jueces Hernán Decastelli, Emir Alfredo Caputo Tártara y la jueza Cecilia Sanucci. Ponce enfrenta cargos por múltiples hechos de “abuso sexual agravado”, cometidos presuntamente durante su desempeño como entrenador de categorías infantiles. Según la acusación, el imputado “se valió de su rol de educador y del vínculo de confianza con las familias para concretar los ataques”, configurando un patrón sostenido de manipulación y violencia.

Tal como informó este diario, el pasado viernes 31 de octubre concluyó la etapa de prueba con más de una decena de testimonios y pericias que, para la fiscalía, conforman “un cuadro de convicción sólido”. Durante el debate se incorporó además la declaración de una cuarta potencial víctima, que aportó un relato coincidente con los hechos ya ventilados.

A ello se sumó la exposición de un perito informático, quien demostró que mensajes anónimos con contenido sexual habían sido enviados desde la IP del acusado, incluso antes de la tipificación del delito de grooming. Ponce, en tanto, se negó a declarar y no se sometió a pericias psicológicas ni psiquiátricas.

Los pedidos de condena

En los alegatos finales, el fiscal de juicio Jorge Paolini solicitó 21 años de prisión, al considerar acreditados los abusos cometidos contra las dos víctimas representadas en la acusación pública. Describió al acusado como “un lobo solitario que generaba las condiciones para ejecutar los ataques sexuales”.

Por su parte, los abogados Miguel Molina y Alfredo Gascón, representantes de una de las víctimas, elevaron el pedido más severo: 50 años de prisión. En su alegato, Molina calificó los hechos como “sistemáticos y planificados” y describió a Ponce como un “depredador” que traicionó su rol de educador. “Los niños -hoy hombres- que pasaron por este juicio son apenas un muestreo del daño que ha causado. El imputado violó la ley y laceró el alma de quienes confiaron en él”, sostuvo.

Con un discurso cargado de emotividad, reclamó al tribunal una respuesta ejemplificadora: “Esta sentencia debe servir para curar las heridas abiertas, como promesa de que sus voces fueron escuchadas y su dolor reconocido. Que sirva de advertencia para quienes, desde su posición de poder, acechan en las sombras: que sepan que la justicia, tarde o temprano, siempre llega”.

En tanto, el abogado Javier Fernández, representante de la otra víctima, adhirió a los fundamentos de la fiscalía y pidió 20 años de prisión. En su exposición, señaló que el acusado es “un auténtico pedófilo serial” y que la respuesta judicial “debe ser proporcional a la gravedad del daño causado”.

La defensa, a cargo del abogado Gastón Nicocia, pidió la absolución de Ponce. Argumentó que “no se puede condenar lo que no existió” y que “la ley exige certeza más allá de toda duda razonable”. Con los alegatos ya concluidos, la Ciudad aguarda el veredicto, previsto para el 11 de diciembre.

 

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