Por falso testimonio, piden 10 años de cárcel para Tagliaferro y Godoy

El proceso que expuso cómo dos testigos desviaron la investigación del cuádruple femicidio, encara su definición

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El juicio por falso testimonio que volvió a abrir las heridas del cuádruple femicidio de La Loma ingresó ayer en una fase crucial e importante: con los alegatos ya expuestos, el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 anunció que el veredicto será leído el lunes 29 de diciembre, una fecha que marcará el cierre de un proceso que expuso nuevamente las maniobras que desviaron la investigación original y llevaron a Osvaldo Martínez a pasar 185 días preso por un hecho del que luego fue absuelto.

La jornada estuvo dominada por los fuertes planteos del fiscal Mariano Sibuet, quien presentó un alegato sólido, ordenado y apoyado en cada una de las pruebas exhibidas durante las cinco audiencias del debate. Para Sibuet, la reconstrucción fue terminante: Marcelo Tagliaferro y Patricia Luján Godoy mintieron a sabiendas, aportaron datos falsos y ubicaron a Martínez en la escena del crimen cuando -según afirmó- sabían que aquello no era cierto.

En esta línea se informó que el fiscal pidió siete años de prisión para Godoy y ocho para Tagliaferro, además de la detención inmediata de ambos una vez dictado el veredicto. Fue un tramo del alegato especialmente enfático, donde subrayó que los falsos testimonios no sólo alteraron el rumbo de la investigación sino que instalaron públicamente la figura del “karateca asesino”, dañando de manera irreparable la vida de Martínez, hoy ingeniero y trabajador de una empresa petrolera estatal.

Por su parte los abogados de Martínez, Horacio Samamé y Belén Chapur, coincidieron con el fiscal pero fueron un paso más allá: solicitaron diez años de prisión para cada uno de los imputados, el máximo previsto para este delito. En su exposición remarcaron el impacto del falso relato en la opinión pública y recordaron que Martínez pasó casi seis meses detenido por un crimen cuya autoría fue descartada primero por el Tribunal de Casación Penal bonaerense y luego por la Suprema Corte provincial.

En tanto del lado de Godoy, la defensora oficial Flavia Ripani insistió en que su representada nunca incurrió en falso testimonio y pidió la absolución. De manera subsidiaria, reclamó que cualquier eventual condena tenga ejecución condicional y se evalúen alternativas como el arresto domiciliario.

El defensor de Tagliaferro, Gonzalo Escaray, sostuvo que su cliente “no mintió en ningún momento” y que los errores de la causa original no pueden ser atribuidos al remisero. Reiteró que la investigación del cuádruple femicidio estuvo plagada de fallas institucionales, pero evitó explicar uno de los puntos centrales del juicio: por qué Tagliaferro omitió informar en 2014 que había gestionado el cobro de la recompensa de 300 mil pesos, un beneficio que sólo podía obtener si Martínez era declarado culpable. Ese dato fue determinante para que, hace una década, su palabra fuera considerada la de un “testigo interesado”.

Escaray pidió la absolución y, de manera alternativa, una pena mínima en suspenso.

El proceso quedará ahora en manos del Tribunal, que el 29 de diciembre definirá si los imputados son absueltos o condenados, y si corresponde ordenar su detención inmediata.

Se trata de un debate considerado bisagra para el fuero penal platense: los juicios orales por falso testimonio agravado son excepcionales, y este caso tomó relevancia no sólo por el impacto histórico del cuádruple femicidio de La Loma, sino porque expone el costo humano y judicial de permitir que un expediente sea contaminado desde sus primeras horas.

 

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