Advierten que la Región se enfrenta a jornadas de calor muy intenso

El alerta amarillo en La Plata por altas temperaturas hasta el próximo martes, en jornadas en las que se esperan máximas que pueden llegar hasta los 36 grados, acentuaron las recomendaciones a la población para adoptar medidas preventivas ante posibles golpes de calor.

Tal como lo determinaron autoridades municipales, que dispusieron el denominado nivel de atención de riesgo (NAR), es esencial evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16, usar ropa holgada y de colores claros, permanecer en la sombra y en lugares frescos, así como no realizar actividades físicas intensas en ese horario e hidratarse permanentemente (tomar abundante agua aun sin tener sed).

Además, es clave comer alimentos frescos, frutas y verduras, utilizar protector solar (mínimo FPS20), usar lentes de sol, gorra o sombrero a la intemperie, evitar consumir bebidas alcohólicas, con cafeína o muy azucaradas y no permanecer en un vehículo con las puertas y las ventanas cerradas.

Finalmente, advirtieron que jamás se deben dejar en un vehículo al sol a bebés, niños, personas adultas mayores, personas con discapacidad o animales.

Se indicó que el calor extremo puede provocar problemas de salud debido a que el cuerpo debe esforzarse más para mantener su temperatura normal. Si no logra regularla, pueden presentarse mareos, calambres, agotamiento por calor o incluso un golpe de calor.

Los síntomas más frecuentes del golpe de calor son temperatura elevada; piel roja, caliente y seca; pulso fuerte y acelerado; dolor palpitante de cabeza; y mareos, náuseas y confusión (incluso pérdida de conciencia). Asimismo, los del agotamiento por calor son piel fresca y húmeda; pulso débil y rápido; y respiración acelerada y poco profunda.

Ante alguno de estos síntomas, es necesario interrumpir la actividad que se está realizando, ubicarse en un sitio fresco para pedir ayuda médica y no automedicarse.

Lo cierto es que se está frente a olas de calor ciertamente notorias, a las que muchos especialistas consideran como una de las consecuencias más dramáticas del cambio climático. Como nunca antes el elevado calor se ha convertido en causa de miles de muertes en el mundo.

Demás está señalar que la penuria climática no debiera verse acentuada por las tan habituales deficiencias en el servicio de agua domiciliaria en la Región. Problemas de abastecimiento a miles de usuarios, como ocurre en algún sector de Gonnet, se presentan desde hace años y, por cierto, se agudizan con el correr del tiempo.

Y al mismo tiempo, el Estado debiera impulsar políticas que sirvan para modificar estructuralmente el hábitat muchas veces inhumano, en el que viven miles de niños y adultos mayores obligados por las circunstancias, en situaciones que no colaboran para que puedan adoptar recaudos preventivos mínimos. Es allí donde los organismos del Estado debieran concentrar hoy la mayor atención.