Preocupación por el robo de caballos en la zona de Lobos y Cañuelas

El robo de caballos volvió a encender las alarmas en Cañuelas y sus alrededores. En la última semana, se reportaron varios episodios en campos de la zona, lo que derivó en un operativo de rastrillaje donde se descubrió un sitio clandestino de faena y quema de restos de equinos.

El caso más reciente ocurrió el lunes 10 de febrero por la noche en un campo de Lobos, ubicado a siete kilómetros del límite con Cañuelas. Delincuentes cortaron los alambres de dos potreros y sustrajeron dos caballos de andar, además de una yegua con su cría. Se presume que los animales fueron llevados en dirección al peaje de Uribelarrea y luego trasladados hacia el barrio El Taladro.

“Hace 31 años que estamos acá y es la primera vez que nos roban caballos”, expresó Daniel Parodi, encargado del establecimiento.

Pocas horas después, en la medianoche del martes, otro campo fue blanco de los ladrones. En esta ocasión, se trató del establecimiento de María Penz, ubicado a 200 metros del peaje en dirección a Lobos. Allí, los delincuentes se llevaron un caballo lobuno tras cortar alambrados y avanzar campo traviesa hacia Cañuelas.

Estos hechos se suman a otros dos robos recientes: uno en el campo de Leonardo Pereira y otro ocurrido diez días antes en El Taladro, donde sustrajeron tres caballos.

Este miércoles, efectivos de la división Cuatrerismo de la policía realizaron un rastrillaje en la ruta que suelen utilizar los delincuentes para trasladar los animales hacia La Matanza. En la zona de cavas de Virrey del Pino, hallaron un campamento clandestino con restos de caballos faenados.

Las imágenes del lugar se asemejan a un cementerio de caballos. Entre los hallazgos, se encontraron vísceras recientes y restos quemados de animales, lo que complica su identificación.

Además, la policía logró recuperar dos caballos pertenecientes a Leonardo Pereira, que al parecer estaban siendo “enfriados” antes de su posible faena.