“Desgraciadamente le tocó a él”: el dolor de sus compañeros de trabajo
Edición Impresa | 16 de Febrero de 2025 | 02:23

Eran las 7 de la mañana y los trabajadores de la empresa de Servicio de Emergencias Médicas (SIPEM), ubicada en calle 63 entre 8 y 9, se preguntaban por qué Jonatan Calderón no llegaba. Lo cierto es que a esa hora ya se había montado un operativo en 10 y 63 donde se encontraba el cuerpo de la víctima. “Llevaba su uniforme laboral”, explicaron las autoridades, que se acercaron a la base de SIPEM para informarles el hecho.
La noticia cayó como un balde de agua fría, y fue uno de los compañeros de Calderón quien acompañó a los efectivos para reconocer el cuerpo. “Entraba a trabajar a las 7 en la zona del Hipódromo, pero previo venía a buscar un móvil a la base de SIPEM”, contó.
Más tarde, tras tomar conocimiento del crimen, Diego, otro compañero de Calderón, dialogó con EL DIA y expuso su enorme indignación. “Tenía tres hijos. Era un pibe trabajador, de su casa. Esto ya es cualquiera, la otra vez a un compañero también le robaron acá en la puerta. Esta zona es tierra de nadie, a la mañana o a la noche, es terrible”, comentó.
“Nosotros entramos y salimos todo el tiempo por el cambio de guardia. Acá no vemos pasar a la Policía, y de noche es peor. Se ve todo el tiempo inseguridad. Calderón trabajaba dos veces por semana acá, siempre de mañana me lo cruzaba”, y agregó: “Lo mataron como un perro para robarle la moto. Hace poquito la tenía, se la había comprado recién. Desgraciadamente le tocó a él. Hoy en día es la vida de ellos o la nuestra. Y primero te disparan porque son cagones, no son los chorros de antes que tenían sus códigos. Robaban, pero no a la gente laburante, ahora no tienen códigos”.
Este diario supo que Calderón trabajaba en el Hospital San Martín, donde dejó un gran dolor.
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