Los robos, sin freno: el delito circula por el camino Centenario

En la madrugada del lunes, un sector de Gonnet volvió a transformarse en epicentro de dos episodios de inseguridad. En uno de ellos, cinco delincuentes atacaron un comercio de ropa y zapatillas, que está ubicado en Camino Centenario entre 503 y 504. El otro hecho, a pocos metros, fue en un spa y se presume que tuvo a los mismos autores.

Respecto del primer embiste delictivo, la banda irrumpió en el local tras forzar la puerta de blíndex y sustrajo la caja registradora con la recaudación de toda la semana, que ascendía a casi un millón de pesos, según pudo saber este diario.

Este hecho tiene lugar tan solo 24 horas después de que se conociera el golpe delictivo, que se concretó en una mueblería ubicada a cuatro cuadras, en la mueblería Luberto.

El titular del negocio, perteneciente a la firma Baires Board S.R.L., recibió el aviso del robo alrededor de las 04.37 de la madrugada, cuando la empresa de seguridad lo alertó sobre la activación de la alarma.

Al revisar las cámaras de seguridad, pudo observar el accionar de los delincuentes: cinco sujetos se acercaron a la puerta principal del local y comenzaron a violentarla hasta que lograron romper el vidrio y acceder, luego de trepar, por un hueco ubicado en la parte superior de la entrada.

Una vez en el interior, los ladrones no perdieron tiempo. Se dirigieron directamente hacia la caja registradora, la tomaron y huyeron rápidamente por Centenario en sentido descendente hacia 503.

Las autoridades analizan por estas horas las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona para identificar a los delincuentes.

Los investigadores buscan pistas sobre su vestimenta, características físicas y movimientos previos al ataque para determinar si realizaron tareas de inteligencia antes del golpe. También intentan establecer si estos sujetos ya habían merodeado la zona en los días previos o si contaron con algún tipo de apoyo logístico, lo que podría ayudar a esclarecer el caso.

Si bien no se descarta la posibilidad de un “entregador”, que haya brindado información clave a la banda, todo apunta a que se trató de un robo al voleo ejecutado por un grupo especializado en este tipo de atracos. Posiblemente menores de edad.