Secar los vasos boca abajo puede ser un error
Edición Impresa | 16 de Marzo de 2025 | 04:36

Colocar los vasos boca abajo después de lavarlos es una costumbre extendida en muchas cocinas, con la idea de que así el agua se escurre y el secado es más eficiente. Sin embargo, esta práctica puede generar el efecto contrario, ya que al no permitir una correcta circulación de aire dentro del vaso, la humedad queda atrapada y favorece la proliferación de bacterias y moho. Si el vaso descansa sobre una superficie completamente plana, el riesgo es aún mayor, ya que el agua retenida no tiene por dónde evaporarse, dejando residuos y posibles olores desagradables.
Además del problema de la humedad, apoyar los vasos boca abajo implica que el borde del vaso, que luego estará en contacto con la boca, puede contaminarse si la superficie donde se apoya no está perfectamente limpia. Aunque parezca un detalle menor, esta práctica puede afectar la higiene y hasta alterar el sabor de las bebidas servidas posteriormente. En algunos casos, la acumulación de humedad también puede deteriorar el vidrio con manchas difíciles de remover y afectar su durabilidad.
Para evitar estos inconvenientes, lo recomendable es secar los vasos con un paño limpio antes de guardarlos o dejarlos escurrir en una rejilla con una leve inclinación que permita la circulación de aire.
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