Esperan el testimonio de la mamá de Kim Gómez
Edición Impresa | 3 de Marzo de 2025 | 03:35

Esta semana debería declarar la mamá de Kim Gómez, la nenita de 7 años asesinada en Altos de San Lorenzo. Su aporte es clave, sobre todo porque el adolescente de 14 años dijo ante la fiscal y la jueza del caso que no participó de la huida mortal y quién mejor de ella para decir qué fue lo que vio y realmente pasó.
Si no lo hizo antes, fue por una razón más que atendible. “No estaba en condiciones de hablar”, expresó una fuente judicial con acceso al expediente.
“Son horas de mucha angustia, de impacto psicológico y habrá que esperar su tiempo. Respetar su dolor”, agregó.
De todas formas, se presume que esa audiencia tendría que cumplirse en las próximas horas, porque el viernes venidero está programada una nueva citación del menor de los sospechosos a tribunales.
Se sabe que la titular de la acción, Carmen Ibarra, pretende que le impongan una medida de seguridad, al menos, hasta que cumpla la mayoría de edad.
Siendo inimputable para la ley por su edad y, entendiendo que representa un peligro para sí o para terceros, no quiere reintegrarlo en esta etapa a la sociedad, sino después de un abordaje terapéutico en una institución especializada.
En tanto, respecto del otro menor señalado como autor del hecho, por tener 17 años su situación es diametralmente opuesta. Está detenido con prisión preventiva acusado de homicidio en ocasión de robo y en unos 180 días la causa debe estar elevada a la instancia de debate.
El viernes pasado, al enfrentar por primera vez a los medios y totalmente abatida, Florencia sostuvo que “destrozaron a mi bebé, no me puedo olvidar de esas imágenes”.
“Que se haga justicia. Kim no fue la primera pero quiero que sea la última. No nos dejen solos, ayúdenos en todo lo que puedan”, comentó.
Además, la mujer reveló que vio en persona a uno de los acusados, el de 17 años, pero que “no pude decir nada, pero lo miré, lo vi”, dijo en un visible estado de conmoción.
El asesinato de Kim se registró el martes pasado cerca de las nueve de la noche cuando, en la esquina de 24 y 72, aprovechando una detención en el semáforo, abordaron el Fiat Uno de color rojo en el que circulaba con la madre.
Los criminales enseguida bajaron a la mujer y quisieron tirar a la nena por la ventana, pero quedó enganchada debajo de la carrocería y así recorrieron unas 15 cuadras, hasta que cayeron en una zanja. Kim no sobrevivió a las heridas.
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