El pedido del papá de Kim Gómez a los políticos: "Déjense de excusas"

"Usenme como bandera, déjense de pelear, basta de excusas, porque un montón de cosas las resuelven en dos segundos". Con la voz entrecortada y los ojos llorosos, el papá de Kim Gómez hizo un fuerte llamamiento a la dirigencia política para que dejen las diferencias a un lado y se junten a trabajar para resolver el problema de la inseguridad.

"Estamos fallando como sociedad, es la realidad", señaló Marcos Gómez este mediodía en la puerta de los Tribunales de 8 entre 56 y 57, donde volvieron a concentrarse para pedir justicia por el brutal crimen de la chiquita de 7 años, quien la semana pasada murió tras ser arrastrada durante 15 cuadras por dos delincuentes que unos minutos antes le habían robado el auto a la mamá de la víctima.

También hoy estaba previsto que la fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de La Plata, Carmen Ibarra, solicitara una medida de seguridad para el menor de 14 años señalado como uno de los delincuentes que protagonizaron el terrible hecho.

En mensaje dirigido a la clase política, el papá de Kim pidió que su hija "sea la bandera para unirnos de una vez". "¿Qué hace falta? ¿Cambiar las leyes? Cambiemos lo que haya que cambiar, déjense de pelear. ¿Quieren bajar (la edad de imputabilidad) a 14 años? Bajémosla, pero yo no me quiero quedar ahí, hagamos algo previo para que los chicos no lleguen hasta eso", dijo en referencia al debate para bajar la edad de imputabilidad en el país, actualmente en 16 años.

"No fallen los padres", pidió como lo hiciera días atrás. "Y si fallan los padres que esté el Estado y si falla, ahí si que cada uno se haga responsable", agregó respecto de la necesidad de no sólo discutir cuál debe ser el límite de imputabilidad. "Estoy cansado de todo. Usenme de bandera, presidente, gobernadores, diputados. Usenme. Si hoy unirnos es hacer política, úsenme. Si hay que hacer cárceles, hagámoslas. Busquemos un cambio en serio para que Kim sea la última", volvió a dirigirse a los políticos.

"La verdad es que estoy roto, me duele el alma", confesó mientras trataba que las lágrimas no le impidieran seguir expresando lo que sentía. "Los argentinos hace años perdimos la fe porque los políticos nos mienten, y mienten, y mienten. Estoy cansado y quiero creer. Hoy estoy acá luchando y no la tengo más a mi hija. Y quiero que ella sienta orgullo de lo que estoy haciendo", completó.