Pasos para la elección de un nuevo pontífice

Edición Impresa

La muerte o renuncia de un Papa marca el inicio de un ritual centenario que implica realizar juramentos sagrados por parte de los cardenales que eligen a un sucesor, perforar las boletas con aguja e hilo después de contarlas y luego quemarlas para producir humo blanco o negro que indica si hay un nuevo líder para los 1.300 millones de católicos del mundo. La elección es secreta y a los cardenales se les prohíbe comunicar al mundo exterior lo que ocurrió durante la votación en el cónclave, que se hace en la Capilla Sixtina. San Juan Pablo II reescribió las regulaciones sobre las elecciones papales en un documento de 1996 que sigue vigente en gran medida, aunque el papa Benedicto XVI lo enmendó dos veces antes de renunciar. Tras el funeral, hay nueve días de luto oficial.

Durante este tiempo, los cardenales llegan a Roma. Para que todos tengan tiempo suficiente para reunirse, el cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días después de que se declare la “sede vacante”, aunque puede comenzar antes si los cardenales están de acuerdo.

Sólo los cardenales menores de 80 años pueden votar y las regulaciones actuales limitan el número de electores a 120. Según las últimas estadísticas actualizadas del Vaticano, hay unos 135 cardenales menores de 80 años con derecho a voto, aunque ese número puede cambiar antes de que comience el cónclave.

Los mayores de 80 años no pueden votar, pero pueden participar en reuniones previas al cónclave, conocidas como congregaciones generales, en las que se discuten los problemas de la Iglesia. Fue en estas reuniones en 2013 cuando el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio habló sobre la necesidad de que la Iglesia vaya a las “periferias existenciales” para encontrar a los que sufren, un discurso improvisado que ayudó a su elección. Cualquier varón católico que haya sido bautizado es elegible, aunque se han seleccionado únicamente cardenales desde 1378. Se lleva a cabo una primera votación en la Capilla Sixtina la tarde después de la misa inicial. Si no se elige ningún Papa, durante los días siguientes se realizan dos votaciones cada mañana y dos cada tarde. Las boletas son hojas de papel rectangulares con las palabras: “Eligo in Summum Pontificem” (“Elijo como sumo pontífice”) escritas en la parte superior, con un espacio para un nombre.

Papa Francisco

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE