Trump se ganó la bronca del mundo con los aranceles
Edición Impresa | 3 de Abril de 2025 | 02:06

Alejandro Radonjic
eleconomista.com.ar
Llegó el “Liberation Day” y Donald Trump jugó fuerte. Y logró cosas impensadas: por ejemplo, que (casi) todos estén en contra de su declaración de guerra. Economistas, líderes políticos (incluso aliados, como Giorgia Meloni) e inversores dijeron que por acá no va la cosa. En el after market, los índices líderes de Wall Street, como el S&P 500 y el Nasdaq, desbarrancaron entre 3% y 4%. La rueda de hoy se prevé muy compleja.
Si los economistas tienen razón, pronto los consumidores se pondrán en contra también. En primer lugar, porque muchos tienen posiciones en acciones y bonos y sufren las bajas de Wall Street, que ya vienen hace varias semanas. Pero, sobre todo, porque van a enfrentar precios más altos en las góndolas, en las concesionarias y en los comercios en general... y ya sabemos que los estadounidenses tiene muy poca tolerancia con eso.
“Donald Trump anunció la imposición de aranceles recíprocos a sus principales socios comerciales, reeditando el tono proteccionista de su primer mandato, pero a una escala aún más agresiva y tuvo un efecto inmediato en los mercados: las acciones subieron, los rendimientos de los bonos saltaron, y el dólar se debilitó levemente”, según el informe de Eduardo Levy Yeyati (Adcap Grupo Financiero).
Con su nuevo paquete, Trump espera recaudar hasta US$700.000 millones anuales, casi nueve veces más que lo que generan hoy las tarifas existentes.
Aunque Trump afirma que los aranceles “los pagan los exportadores extranjeros”, la carga real recae sobre los importadores estadounidenses, que suelen trasladar esos mayores costos a consumidores y empresas locales. En algunos casos, las compañías absorben parte del impacto reduciendo márgenes. En el largo plazo, algunas firmas pueden relocalizar producción en EE UU para evitar los aranceles.
Muchas críticas
Sobre las tarifas de Trump, el economista Santiago Solanet (inversor de BlackTORO Global Wealth Management) dijo que “el único sentido que le encuentro es político. Presionar al resto de los países a bajar las tarifas a EE UU, aprovechando la posición dominante que tienen hoy en el comercio internacional”.
En Argentina, economistas cercanos a Javier Milei, como Alfredo Romano, salieron a criticar a Trump. “Pésima política económica”, dijo Romano en X. “En algún tiempo se confirmara que las tarifas solo generarán recesión e inflación. Doloroso para EE UU”, dijo. Lo mismo pasó con Alberto Ades, quien sugirió que, en vez de “Liberation Day”, el nombre debería ser “Detonation Day”, porque “va a detonar a la economía americana”.
“En términos relativos, a Latinoamérica -incluida Argentina- no le fue tan mal: zafamos con un arancel de “solo” 10%. Pero no hay consuelo. Estas medidas van a detonar los mercados, la economía de EE UU y la global. Con ese escenario, la demanda por nuestras exportaciones va a caer. Y los flujos de capital, también. Un muy mal día para EEUU y el mundo, del que somos parte, y al que necesitamos para crecer”, acotó en X.
El exsecretario del Tesoro, Larry Summers, comparó el impacto económico de estas medidas con el de un shock petrolero: “Es un clásico shock de oferta, que subirá precios, bajará el empleo y la inversión, y pondrá a la Fed en una situación incómoda”. También criticó su lógica mercantilista, señalando que estos aranceles suben el costo de insumos clave para industrias locales, erosionando su competitividad.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE