Una ventana cayó y lastimó a una auxiliar
Edición Impresa | 28 de Mayo de 2025 | 00:42

Durante la tarde del lunes, un fuerte estruendo tomó por sorpresa a la comunidad de la Escuela Secundaria N° 11, de 25 y 527. Cerca de las 16.30, una ventana se desprendió y cayó violentamente sobre la cabeza de una auxiliar docente. Con sangre y vidrios inscrustados, la víctima quedó al borde del desmayo. A raíz de eso, integrantes de la comunicad educativa de esa institución expusieron su reclamo ante el Consejo Escolar.
“La ventana me cayó en el medio de la cabeza”, contó asustada la empleada de 41 años. “No sé si me tocó los implantes cocleares que tengo en la cabeza porque la tomografía dice que no salió nada”, agregó preocupada por el golpe pero también por la prótesis que lleva en su cuerpo.
En 1995, esta mujer fue la primera persona implantada con prótesis coclear en la Ciudad. Un golpe fuerte puede ocasionarle hasta la pérdida auditiva, entre otras consecuencias.
Ya desde su casa, apenas llegada del hospital al cual sus compañeros la llevaron, describió que aún sentía mareos con dolores y que tenía cortes en la mano. “Tengo vidrios por todo el pelo”, sentenció.
La víctima también podría haber sido incluso un estudiante: “Por tan sólo tres segundos de diferencia esa ventana no se le cayó arriba a un chico. Fue porque dijimos que los chicos vayan un ratito al patio, cuando había cortado la hora de clases. Si ese chico hubiese estado en el aula, no sé cómo la contamos, te digo la verdad, porque podría haber matado a una criatura”, analizó, preocupada.
A pesar de que desde el Consejo Escolar prometieron reparar la ventana, la auxiliar herida advirtió: “Dijeron que van a arreglar esa ventana, pero no la van a cambiar. Y así después se va a caer la otra ventana”.
El estado edilicio del establecimiento, que comparte edificio con la Escuela Primaria N° 29, es alarmante. En la comunidad denuncian que ambas instituciones desarrollan actividades con instalaciones eléctricas defectuosas, baños clausurados, plagas y falta de agua. “Estamos en peligro todos”, advirtió la trabajadora. Y denunció: “La Primaria 29 está en la misma condición que la secundaria 11. No nos escuchan, no nos dan bola. La verdad es que estamos cansados ya”.
La lista de reclamos es larga: “No tenemos timbre. Hay lauchas, ratas y cucarachas. Los baños no funcionan. El Consejo te manda comida hecha porque no hay agua para cocinar. Es un desastre, la verdad, y necesitamos que esto salga a la luz”, culminó la empleada.
A días del invierno y ante el presagio de un frente frío, la comunidad denuncia también el faltante de estufas y vidrios en varias ventanas.
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